CUARESMA


tiempo de Cuaresma

A continuación, el capítulo
Lecciones para la Cuaresma
del libro de Charles Fillmore
"Guarda una Cuaresma Verdadera"




Cuaresma
La palabra del inglés Lent (cuaresma) viene de la palabra anglosajona primavera que deriva de un verbo que significa alargar. La cuaresma viene en la primavera cuando los días se alargan notablemente. Esta temporada anual de ayuno, oración y penitencia ha sido observada por la Iglesia Occidental desde el primer siglo después de Cristo aunque no han sido siempre cuarenta días los dedicados a ella. En tiempos más recientes se han guardado cuarenta días, siguiendo el ejemplo de Moisés y Elías y para conmemorar los cuarenta días de ayuno y oración que Jesús empleó en el desierto.
El primer día de cuaresma se llama miércoles de Ceniza por la costumbre prevaleciente en la iglesia primitiva de polvorear ceniza sobre la cabeza de los penitentes el primer día de cuaresma, como señal de arrepentimiento de pecados.
El miércoles de Ceniza viene cuarenta y seis días antes de Pascua Florida. Hay seis domingos en cuaresma y no se consideran parte de ella, porque en la Iglesia de Occidente, el domingo es siempre día festivo. Los cuarenta días que siguen al miércoles de Ceniza constituyen la cuaresma.
El quinto domingo en la cuaresma se conoce como domingo de Pasión porque señala el principio de la temporada de la Pasión: las dos últimas semanas de cuaresma. Estas dos semanas conmemoran específicamente la Pasión de Jesús o Sus experiencias después de la Última Cena.
La última semana de cuaresma se llama semana santa. Incluye domingo de Ramos, jueves santo y viernes santo.
El domingo de Ramos, el domingo antes de Pascua Florida conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén, cuando la gente extendió palmas en su camino.
Las palabras del inglés Maundy Thursday, el jueves santo, el jueves antes de Pascua, es una corrupción de la palabra latina mandati que significa “el del mandato” en referencia al mandamiento de Jesús: “Haced esto en recuerdo mío”, en relación con Su acto de partir el pan y beber el vino en la Última Cena. El jueves santo conmemora el acontecimiento de la Última Cena.
Las palabras del inglés Good Friday, el viernes santo, el viernes antes de Pascua, probablemente conocido en su origen como viernes de Dios, conmemora la crucifixión de Jesús.
El Día de Pascua, desde luego, conmemora la Resurrección. La palabra del inglés Easter viene del anglo-sajón Eastre, nombre de la diosa de la primavera en cuyo honor se celebraba un festival en abril. El Día de Pascua, siempre cae el primer domingo después de la luna llena que ocurre en o después del 21 de marzo. Si la luna llena cae un domingo, la Pascua es el domingo siguiente. El Día de Pascua no puede ser nunca más temprano que el 22 de marzo, ni más tarde que el 25 de abril.
La Cuaresma es una temporada de crecimiento espiritual, un tiempo de desenvolvimiento progresivo. Cuando podemos asociar y sumergir nuestra mente en la Mente de Dios, el camino está abierto para que el Señor nos glorifique y levante a un estado más alto, puro y espiritual.
“En donde dos o tres se juntan en oración en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, dijo Jesús. Mat. 18:20. Los estudiantes de Unity en todas partes son invitados a participar anualmente en nuestro programa de cuaresma. Cristo está en medio de nosotros como el Dios de nuestro planeta, como el único gran Maestro. Deja todas tus cargas en el Señor y entra en la temporada de cuaresma esperando resultados definidos.
Ayunar significa abstenerse de algo; es abstinencia. El lugar de vencer está en la consciencia del hombre. El ayuno de cuarenta días es una completa negación de las demandas de los sentidos. Al ayunar, nosotros, como metafísicos, nos abstenemos del pensar erróneo y meditamos en la Verdad espiritual hasta que la incorporamos en la consciencia de unidad con el Padre.
El deseo de sobresalir está en todos los hombres. Es la inspiración del Espíritu Santo que nos urge siempre adelante a través de la tierra hacia el cielo. Debe estimularse y cultivarse en la dirección correcta.
Cuando nos adherimos firmemente día tras día a nuestra firme resolución de seguir los pasos bosquejados para la temporada de cuaresma, descubrimos que estamos construyendo sobre un firme fundamento y elevándonos a una consciencia más alta. Llegamos a saber que Cristo está en verdad con nosotros y está resucitando en nosotros Sus realizaciones de luz, vida y sustancia.
Negación
Día 1, miércoles de Ceniza. Leer Mateo, 5:1-16.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 1 NEGACIÓN
El miércoles de Ceniza, primer día de cuaresma, se llama así por las cenizas ceremoniales. Las cenizas simbolizan arrepentimiento.
Juan el Bautista vino diciendo: “Arrepentíos; porque el reino de los cielos está a la mano”. Arrepentimiento significa negación: es una renuncia y debe hacerse sin demasiada vehemencia. Así niego echando fuera de mi consciencia viejos pensamientos erróneos, como si estuviera barriendo suavemente telarañas y afirmo positivamente, sin temor, que soy un hijo de Dios y que mi herencia viene de Él. Según sigo esta regla, encuentro que estoy dejando ir viejas creencias materiales y lo Divino dentro de mí está resplandeciendo más y más alto. Su pura, blanca luz está bañando todos mis alrededores con un deleitable espíritu de sabiduría, dignidad y paz. Comprendo más y más la ley del recto pensar que está trayéndome a la consciencia de perfecto dominio.
    En Cristo no es difícil eliminar la creencia en la lucha y contienda. Si pequeñas disensiones, riñas, celos, pensamientos sin caridad, llegan a mi vida, los venzo con una tranquila, positiva negación hecha con el convencimiento de que ningún error tiene poder o realidad en sí mismo. Me alejo de la creencia en la negación y mi pensar cambia. Libro mi consciencia de pensamientos limitados que han impedido y oscurecido mi comprensión. Rompo el pensamiento mortal y asciendo a un plano espiritual, el reino de los cielos.
En el espíritu del amor divino, afirmo: “Olvidando las cosas pasadas, me doy cuenta de que soy fuerte, positivo, poderoso, sabio, valeroso, libre espíritu. Yo soy el hijo perfecto de Dios.”
Afirmación
Día 2, jueves. Leer Lucas 7:1-17.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 2 AFIRMACIÓN
La ciencia del Espíritu es el estudio ordenado de verdades formuladas en la Mente Divina, de acuerdo con la acción de la ley universal. Una afirmación es una declaración de Verdad positiva y ordenada. Por medio de la afirmación reclamamos y nos apropiamos aquello que es nuestro.
La Palabra (el Verbo) es el poder activo de la Mente Divina. Uno nunca es derrotado si en su hora de necesidad afirma positivamente el poder absoluto de la Mente de Dios, por medio de Cristo, e invoca Su ayuda a su favor.
Declaro que, como hijo de Dios, estoy ahora consciente de la perfección de Cristo. Esto, en sí mismo, es una afirmación; la afirmación suprema que puedo hacer. Jesús se ayudó a Sí Mismo para llegar a este alto estado del ser, usando la palabra hablada. Continuamente hacía las afirmaciones supremas como: “El Padre y yo somos uno”; “Toda autoridad se me ha dado en el cielo y en la tierra”. Soy coheredero con Jesucristo del bien infinito del reino y con el constante uso de mi palabra hablada, reclamo mi bien celestial.
La fe es un resultado de mis afirmaciones. Cada afirmación ayuda a construir un sustancial, firme, permanente estado de consciencia, porque establece la Verdad en ella.
Cuando día tras día repito y vivo valerosamente afirmaciones de Verdad, llego a saber que soy un canal abierto de inteligente comunicación con las fuerzas silenciosas en lo profundo del ser; pensamientos y palabras fluyen de ellas y comprendo que una fuente de poder enteramente nueva se está devolviendo dentro de mí.
Afirmo: “Por medio de Jesucristo comprendo mi divina filiación y soy transformado en Su imagen y semejanza”.
Dios
Día 3, viernes. Leer Juan 15:1-16.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 3 DIOS
“Dios es Espíritu: y aquéllos que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.” No vemos a Dios con nuestros ojos físicos, excepto como se manifiesta en Sus Obras. Sus atributos son por tanto expresados por el hombre que es Su hijo y es como Él en esencia. Jesús era una verdadera expresión de Dios porque era como Él. Si queremos manifestar los divinos atributos tenemos que alcanzar la consciencia y la comprensión que caracterizó a Jesús. Tenemos que procurar levantar nuestros pensamientos y sentimientos al nivel de Dios, si queremos ser cauces a través de los cuales Él pueda expresarse y manifestarse.
Dios trascendente sugiere a Dios sobre y más allá de Su creación. La idea de Dios como remoto de los asuntos prácticos del hombre o de sus experiencias, es falsa. Dios (la perfección) no está fuera del alcance de Sus hijos ni es algo más allá y sobre ellos. Tennyson nos dice que “más cerca está Él que la respiración, más cerca que las manos y los pies”.
Yo estoy centrado en Dios porque enfoco mi atención en Sus ideas e ideales. El Espíritu Santo, que es la Palabra de Dios en acción, me guía a estar consciente de mi divina filiación o herencia. Mi herencia de Él es habilidad ejecutiva, abundante provisión, lealtad, gozo, todo bien. “Yo soy vuestra porción y vuestra herencia.”
En el nombre de Jesucristo declaro: “El perfecto plan de perfección corporal de Dios, está dando fruto, y yo soy hecho sano”.
Yo soy
Día 4, sábado. Leer Juan 10:1-18.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 4 YO SOY
Yo soy un hijo del Padre, y mi herencia viene de Él. YO SOY es el Cristo dentro de mí, el verdadero ser espiritual que Dios hizo a Su imagen y semejanza. Por medio del YO SOY (el Cristo), me uno con el Padre, con el Espíritu, con la vida, la sabiduría, amor, paz, fortaleza, poder y Verdad.
El YO SOY es la puerta a través de la cual surgen mis pensamientos de lo invisible, y es a través de esta puerta que voy a la presencia del Espíritu.
El YO SOY tiene su ser en el cielo; su hogar está en el plano de los ideales de Dios. Sujeto mi YO SOY a la estrella de Dios y gozo infinito es el resultado, como la noche sigue al día.
El YO SOY siempre me asegura que la preponderancia del poder está en las cosas espirituales. EL temor hecha polvo en nuestros ojos y esconde las poderosas fuerzas espirituales que siempre están con nosotros. Niego la ignorancia y el temor y afirmo la presencia y el poder del YO SOY. “YO SOY el que SOY… YO SOY me ha enviado a ti.”
Yo percibo como realidad que el carácter espiritual es la roca fundamental del ser. Cuando construyo mi consciencia en la Mente de Dios, encuentro que estoy en el cielo aquí mismo en la tierra. Dejo ir el pequeño yo y me afirmo en el gran Yo. “No mi voluntad, sino la Tuya sea hecha.” Lucas 22:42. El YO SOY es la voluntad en su supremo aspecto. Podemos decir que la voluntad es el hombre, porque es el poder director que decide la formación del carácter que determina lo que llamamos individualidad.
Afirmo con resolución: “Yo soy un hijo de Dios, y soy coheredero con Jesús de permanente vida, sabiduría, amor, paz, sustancia, fortaleza y poder.
El Altar
Primer domingo. Leer Mateo 5:21-26.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Primer Domingo EL ALTAR.
El altar representa un centro fijo y definido en consciencia del hombre. Es un lugar donde encontramos el Señor cara a cara y estamos dispuestos a renunciar a nuestros pecados, renunciar a lo más bajo por lo más alto, lo personal por lo impersonal, lo animal por lo divino.
El altar mencionado en el Apocalipsis 11:1, simboliza estar consciente de la completa consagración que tiene lugar en el templo de adoración, el cuerpo. “Presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios, que es vuestro servicio espiritual”. Rom. 12:1.
El altar de Dios desconocido es un anhelo de conocer el Espíritu no revelado y la búsqueda de la mente de una realización más completa de su fuente.
La oración no cambia a Dios −nos cambia a nosotros. El deseo sincero es una forma de oración. El hondo deseo es esencial para el crecimiento espiritual. Es el deseo fervoroso e intenso lo que atrae todo el ser hacia arriba fuera de la mortalidad y sus gozos transitorios al poder de apreciar y recibir verdaderas bendiciones espirituales. Esto es una demostración, la prueba de un principio de Verdad en nuestro cuerpo y asuntos. Es la manifestación de un ideal cuando sus hechos han sido  el resultado de nuestra conformidad en pensamiento, palabra, y actos con el principio creativo de Dios.
Arrodillado ante el altar, tomo mi declaración de Verdad y la sostengo con firmeza en la mente hasta alcanzar la realización; la lógica de mi mente se satisface y hay el levantamiento y la expansión consciente del alma.
Con este fin afirmo: “No soy yo, ‘sino el Padre que permanece en mí hace sus obras’”. Juan 8:28.
El Jardín del Edén
Día 5, lunes. Leer Juan 14:1-12.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 5 EL JARDÍN DEL EDÉN
El cuerpo que es el templo del hombre es la expresión externa del Jardín del Edén, que Dios le dio para guardar y adornar. El trabajo primario del hombre en la consciencia terrenal (el Jardín) es usar su poder creador para preservar orden y armonía en su mundo y conservar sus poderes para recibir la dirección divina.
El Jardín del Edén representa una región interna del ser en donde se  proveen  todas las ideas primarias para la producción de lo bello. Representa la vida y la inteligencia elementales puestas a disposición del hombre a través de los cuales debe evolucionar una mente y un cuerpo espirituales.
El Jardín es el cuerpo espiritual en que vive el hombre cuando expresa pensamientos de acuerdo con el diseño de las ideas divinas originales. El Jardín es la sustancia de Dios.
El don supremo de Dios al hombre es el poder de pensamiento, por medio de la cual puede incorporar en su consciencia la Mente de Dios.
Hay doce puertas que abren el maravilloso Jardín del Edén. Estas puertas son las doce facultades de la mente: fe, fortaleza, sabiduría, amor, poder, imaginación, comprensión, voluntad, ley u orden, celo, renunciación, vida. Cada facultad por medio de la más acelerada acción mental, como en la oración, ha sido purificada y por tanto abre al corazón mismo  de la Ciudad Sagrada dentro de nosotros.
Yo afirmo: “Mi cuerpo es el templo de Dios, limpio, purificado, inmaculado, hecho perfecto. ¡Alabado sea Dios!”
Fe
Día 6, martes. Leer Hebreos 11:1-12.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 6 FE
La fe es el poder perceptivo de la mente unido al poder de dar forma a la sustancia. Es seguridad espiritual, el poder de hacer lo que parece imposible. Es una fuerza que atrae a nosotros el deseo de nuestro corazón de la invisible sustancia espiritual. Es un hondo saber interno de que aquello que buscamos ya es nuestro y sólo tenemos que tomarlo; “la seguridad de las cosas esperadas”.
La fe trabajando en la sustancia espiritual realiza todas las cosas. Esta es la fe que coopera con la ley creativa. Ejercida en la consciencia espiritual, encuentra allí su asiento estable y sin variación ni frustraciones, tiene resultados que parecen milagrosos.
La fe en la realidad de las cosas espirituales desarrolla el centro de la fe en el cerebro del hombre. Cuando el ojo mental se ilumina con la fe, emite una irradiación que queda en suspenso alrededor de la cabeza y se extiende en grado menor a través de todo el cuerpo. “Cuando tu ojo es único, todo tu cuerpo también se llena de luz.” Mat. 6:22.
El halo que los artistas primitivos pintaban alrededor de las cabezas de los santos no era imaginario, sino real. El poder iluminador de la fe, cubre toda la constitución del hombre, haciéndole dueño de todas las fuerzas centrales en la consciencia espiritual.
Comprendo que mi fe en lo invisible está construyendo una sustancia real permanente en mi mente y en mi cuerpo. Las ideas espirituales crecen rápidas cuando son sembradas en el rico suelo de mi mente y el templo que es mi cuerpo cambia de acuerdo con ese crecimiento.
Yo afirmo: “Tengo fe en la gloriosa infusión de la vida más abundante de Cristo vitalizándome. Yo soy levantado y sanado”.
Fortaleza
Día 7, miércoles. Leer Mateo 4:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 7 FORTALEZA
La fortaleza es libertad de la debilidad, estabilidad de carácter, poder para vencer la tentación. Es la fuerza del poder de hacer, la capacidad de realizar. “El nombre de Jehová es una fuerte torre; el recto corre y entra en ella y está a salvo.” Prov. 18:10. La fortaleza se origina en el Espíritu; el pensamiento y la palabra expresadas espiritualmente traen la manifestación.
Jesús es el  maestro máximo. Es el tipo de maestro que estoy tratando de seguir, no sólo en cultura espiritual, sino mental y física. Estudiando y usando fielmente los métodos de Jesús, hago surgir lo mejor que hay en mí.
Por medio de Cristo, la mente y el cuerpo del hombre tienen el poder de usar la fortaleza en varios planos de la consciencia. Yo afirmo que soy  consistente y  fuerte en pensamiento y acto, y así estoy estableciendo fortaleza en mi alma y cuerpo. Rehúso dejar al pensamiento de debilidad entrar en mi consciencia: siempre rechazo la sugestión y afirmo que soy una torre de fortaleza adentro y afuera.
La suprema fortaleza demostrada por Jesús puede ser alcanzada por uno que confía en el Espíritu y conserva su sustancia vital. La fortaleza del Espíritu es necesaria para la perpetuación del alma y el cuerpo, y la victoria sobre la muerte.
Cuando suelto las tensiones y levanto mi consciencia para que armonice con la perfecta Mente omnipresente, soy vigorizado y restaurado a un poder estable. Ningún daño puede sucederme. Soy fortalecido por el Espíritu.
Yo afirmo: “La alegría del Señor es un manantial en mí y soy establecido en la fortaleza divina”.
Sabiduría
Día 8, jueves. Leer Mateo 7:1-12.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 8 SABIDURÍA
La sabiduría es del Espíritu. Uno puede tener relámpagos de comprensión en cualquier momento, pero la clara luz del Supremo brilla firmemente sobre nosotros cuando nos volvemos obedientes y receptivos a Sus amonestaciones. Jesús siempre escuchaba la “interna voz” y era obediente a ella en su apacible y modesto trabajo entre la clase más humilde de hombres.
El discernimiento espiritual siempre pone la sabiduría sobre las otras facultades de la mente. Es puro saber y viene cuando encendemos la luz interna. “La sabiduría que viene de lo alto es primero pura; después sosegada.” Santiago 3.17.
Esto significa que acaso encuentre mis normas de rectitud o error pasando por rápidos cambios, pero si me sostengo firmemente en el Señor como mi guía supremo, seré guiado a toda rectitud.
Cuando insisto en esta facultad sabedora de todo dentro de mí, me vuelvo consciente de la irradiación de Cristo encendiendo  mi mente y todo mi ser se ilumina. Mis pensamientos se aceleran por medio de la relación consciente con el Espíritu. Soy inundado de nueva vida que levanta mi organismo sobre las corrientes desintegradoras de pensamiento de la tierra y así, no sólo estoy redimiendo mi mente, sino salvando la carne de la corrupción.
La comprensión espiritual revela que la resurrección del cuerpo de la muerte no ha de confinarse a Jesús, sino a todos los hombres que comprenden la Verdad, y la aplican como Jesús la aplicó.
Comprendiendo que estoy despertando a la realidad de mi más alto ser, afirmo: “Cristo en mí es mi gloria. El brillo de Su presencia borra toda oscuridad y estoy lleno de vida y luz”.
Amor
Día 9, viernes. Leer Juan 4:7-21.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 9 AMOR
El amor en la Mente Divina es la idea de unidad universal. En expresión, es el poder que une y ata juntos el universo y todo lo que contiene. El amor es un poder armonizador y constructivo. Cuando se activa en la consciencia, conserva la sustancia y reconstruye, reedifica y restaura al hombre y su mundo.
Cuando hago una perfecta unión entre mi mente y la amorosa mente del Padre, realizo una bondad perdurable y un gozo más allá de toda expresión. El punto de contacto es querer y buscar por mi parte. “Busca, y encontrarás; toca y se te abrirá.”
El amor es aquel poder inmenso, aquella divina cualidad de Dios que se está expresando a través de toda la humanidad, y no puede ser suprimido por ninguna fuerza externa. Declaro ahora firmemente que se expresa a través de mí y que los alrededores ni ninguna condición externa pueden impedirlo. Cualquiera condición de desamor en el mundo, no es una barrera  para ejercer mi amor: de hecho, es un incentivo.
No temo verter todo mi amor en todos los llamados males del mundo. Niego la apariencia del mal y afirmo la omnipotencia del amor y la bondad.
La palabra amor vence el odio, la resistencia, la oposición, la obstinación, la cólera, los celos y todos los otros estados de error donde hay fricción mental o física. Cuando el amor divino entra en los procesos del pensamiento, cada célula de mi cuerpo es equilibrada y balanceada en el espacio, en correcto orden matemático en cuanto a peso y relativa distancia.
En quietud y confianza afirmo: “Dios, en Su amor, me llena de nueva vida. En Su nombre yo soy purificado, fortalecido y sanado”.
Poder
Día 10, sábado. Leer Lucas 4:21-44.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 10 PODER
El hombre controla sus pensamientos y sentimientos usando su innato poder. Un aceleramiento de lo alto debe preceder su realización de dominio. “Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros.”
El Hombre es el poder de Dios en acción. El poder de dominar su pensamiento es el don supremo que se ha dado al hombre. Hay una fuerza universal creativa que urge al hombre hacia adelante al reconocimiento del poder creador del pensamiento individual.
La palabra de Jehová (Cristo) está cargada de poder espiritual por encima y más allá de ninguna otra palabra en el lenguaje humano.
El centro del poder en la garganta es la puerta abierta entre los mundos de vibración informes y formados pertenecientes a la expresión del sonido. Cuando la voz se ha unido con la vida del alma, toma una dulzura y profundidad que sentimos y recordamos. Pero más dulce y profunda todavía, es la voz del que se ha unido al Espíritu y puede decir con Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.
Cultivo una actitud mental amable hacia todos y mi voz es rica, cálida, melodiosa. Cuando oro y realizo dominio espiritual, me siento vital y enérgico, y mi voz es fuerte, vibrante y brillante. Por medio de estas vibraciones siento el poder de unidad con mi más alto ser con más rapidez que de ninguna otra manera. “Todo poder se me ha dado en el cielo (mente) y en la tierra (cuerpo).” Mateo 28:18.
En Su nombre afirmo: “Todas las cuestiones de mi vida son avivadas a la acción por el poder acelerador de Cristo y tengo dominio sobre mis pensamientos y mis sentimientos”.
Imaginación
Segundo domingo. Leer Hechos 10:9-35.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Segundo Domingo IMAGINACIÓN
La imaginación es la facultad de la mente que imagina y forma. Todo lo que hay manifestado fue primero una imagen mental y traída a expresión por este poder formador. El hombre acumula una masa de ideas acerca de la sustancia y de la vida, y les da forma con su imaginación.
Aquéllos que buscan la orientación del Espíritu Santo encuentran que su instrucción se da a todos los que creen en Cristo y el mandato es, hacer todas las coas de acuerdo con el diseño mostrado a Moisés en el Monte como está descrito en Exod. 25:40.
El Espíritu de verdad proyecta en la cámara de las imágenes cuadros que, si se comprenden correctamente, serán segura guía para todos los que creen en la omnipresencia de la mente. La imaginación llevará a efecto cualquier idea o grupo de ideas que el YO SOY refleje en ella, por tanto, las teorías no son confiables. Debe haber evidencia en las obras. Esto se logra por el poder en acción de la palabra.
Con la imaginación me apodero de ideas perfectas y las visto de sustancia. Mi cuerpo es producto de mi mente. En mi comunicación con Dios, el poder de imaginar de mi mente está desempeñando parte importante. Recibe ideas divinas y refleja en sueños y visiones su carácter en la consciencia. De acuerdo con las Escrituras, ésta es la vislumbre de los cielos y el ver los “ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre”.
Con mi imaginación fija en el Espíritu, afirmo: “En la quietud y confianza del Espíritu, me veo como Dios me ve, Su perfecta imagen y semejanza”.
Comprensión
Día 11, lunes. Leer Lucas 2:40-52.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 11 COMPRENSIÓN
La comprensión es la habilidad mental de concebir y realizar las leyes del pensamiento y la relación de las ideas unas con otras. Es ese algo a través del cual comprendemos a Dios y a nosotros mismos.
La comprensión revela que el amor y la sabiduría deben trabajar juntos; que el poder debe expresarse por medio del amor, y el celo debe ser moderado con la sabiduría.
La comprensión intelectual viene primero en el desenvolvimiento del alma; después sigue una comprensión más honda del principio, hasta que el hombre entero madura en sabiduría.
Aquellos que están siendo educados en la Verdad por el poder de la palabra, llegarán finalmente al punto donde la verdadera luz del Espíritu amanecerá sobre ellos y verán con comprensión espiritual y tendrán prueba de la realidad de la Mente de Cristo.
Comprendo que Dios es saber supremo. Aquello que en mí entiende es comprensión; sabe y compara con sabiduría. Sus comparaciones no se hacen en el plano de la forma, sino en el de las ideas. La comprensión es aquello en mí que sabe cómo realizar las cosas. Reclamo mi comprensión crística en todo tiempo.
Si lo voluntarioso de lo mortal trata de dominar, suavemente le niego poder y afirmo para alcanzar comprensión espiritual.  En todo tiempo me sostengo en el Señor para mi absoluta libertad. Dios es el principio Único; todos somos tan libres de usar a Dios, como libres para usar el principio de matemáticas o música. El principio nunca interfiere, pero si ha de aplicarse correctamente, yo debo desarrollar comprensión.
Afirmo: “La comprensión divina en mí se une al Espíritu Santo y siempre sé qué hay qué hacer”.
Voluntad
Día 12, martes. Leer Juan 1:1-18.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 12 VOLUNTAD
La voluntad es el poder ejecutivo de la mente. Los mandamientos de Jesús enseñan la voluntad del Padre. Los que guardan están por tanto en unión con la voluntad de Dios.
Es posible llegar muy cerca del reino de los cielos haciendo buenas obras y entregando al Espíritu las varias facultades mentales, pero nunca podemos entrar y permanecer en el cielo o  la divina armonía, sin entregar todo lo que constituye la personalidad, de que la voluntad es centro.
Puede decirse que la voluntad es el hombre porque es el poder directivo que determina la formación del carácter. Cuando el hombre quiere que se haga la voluntad de Dios, forma el carácter espiritual. El uso de la voluntad regenerada es para el solo propósito del desenvolvimiento espiritual.
Cuando la voluntad del hombre se adhiere a la sabiduría fielmente, y lleva a cabo en su trabajo los planes idealizados con sabiduría, crea en el hombre una consciencia de armonía y paz. El Espíritu alienta continuamente en un individuo así la necesaria inspiración y conocimiento para darle comprensión superior.
Traigo la divina voluntad a activar mi consciencia con la comprensión, apropiando sabiduría universal, cuando afirmo: “Hágase no mi voluntad sino la tuya”. Lucas 22:42. Dios es voluntad potencial, informe; el hombre es la voluntad manifestada de Dios. Ahora uno mi voluntad con el principio de la fuerza divina para desenvolver la capacidad ejecutiva superior. De esta manera estoy avivando rápidamente facultades que, bajo la lenta acción de lo mortal, tomarían siglos en desarrollarse.
Afirmo: “La voluntad de Dios es suprema en mi consciencia y soy glorificado en mi comprensión”.
Ley
Día 13, miércoles. Leer Gálatas 6:1-10, 16.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 13 LEY
La ley divina es el proceso lógico por medio del cual el principio divino o Dios se manifiesta. El interno espíritu de la ley es la manera espiritual de vida como la enseñó y vivió Jesús.
La ley divina es ese algo universal en nosotros de que todos estamos conscientes y nos dice cuándo estamos actuando bien y cuándo mal. Puede definirse como el innato saber de lo que es bueno y lo que no lo es, y este saber puede acelerarse. El aceleramiento no viene del estudio de cosas materiales, sino por la concentración de la mente en el Cristo. El hombre no hace la ley; la ley es, y fue establecida para nuestro beneficio antes de que se formara el mundo.
Hay una ley de crecimiento espiritual y mental constantemente activa en la mente, levantando al hombre de la consciencia de los sentidos a la consciencia espiritual. La naturaleza del universo es pureza y bondad. Permaneciendo en la consciencia de Cristo, el hombre se alinea con la ley divina. Se vuelve “la luz del mundo”.
Hoy encuentro que soy uno con la infinita ley de expansión −uno con el principio de incesante crecimiento y desenvolvimiento de la perfecta idea de Dios, firmemente fija en lo interno de toda la creación.
La ley divina no puede romperse. Hace al hombre responsable del resultado de su labor. “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús” es la acción de ideas verdaderas activas en mi mente y en mi cuerpo.
Afirmo: “Mi casa es puesta en orden y yo avanzo hacia el objetivo de perfección”.
Celo
Día 14, jueves. Leer Lucas 10:30-42; 11:1-4.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 14 CELO
El celo es el impulso afirmativo de la existencia; su mandato es “¡Sigue adelante!”. El celo es la fuerza poderosa que incita todas las cosas a la acción; la eterna urgencia detrás de todas las cosas. No tener celo es no tener gusto de vivir. El celo y el entusiasmo excitan a la gloriosa realización en cada ideal que concibe la mente.
El celo debe ser moderado con la sabiduría. Algunas personas se encienden de celo en tal manera cuando por primera vez comienzan un trabajo, que se cansan pronto y no logran completarlo hasta el fin. La necesidad aquí es dominio, equilibrio.
Observa el arranque de una gigante locomotora; nota como lenta, pero firmemente se mueve hacia adelante, casi pulgada a pulgada al principio, pero gradualmente aumentando su marcha hasta que su tren del largo de una milla desaparece velozmente en la distancia.
“El celo de tu casa me ha consumido”, Salmos 69:9, significa que la facultad del celo se ha vuelto tan activa intelectualmente, que ha consumido la vitalidad y no ha dejado nada para crecimiento espiritual. El celo excesivo en formas religiosas de adoración “se come” lo puramente espiritual. Cuando nos volvemos muy entusiasmados en la práctica de los ritos de la iglesia, nos inclinamos a olvidar la iglesia misma, que es Cristo.
El divino mandamiento es: “Toma tiempo para ser santo”. Yo soy pronto a hacer el mandato del Espíritu y uso una porción de mi celo en el establecimiento del reino de Dios en mí. No empleo todo mi entusiasmo en ayudar a otros; mi propio desenvolvimiento es de gran importancia para mí. Me gusta ayudar a mi hermano, pero no dejo que eso me robe el poder de demostrar la Verdad para mí.
Afirmo: “Mi celo es moderado con sabiduría, y mantengo un perfecto equilibrio adentro y afuera”.
Renunciación
Día 15, viernes. Leer Mateo 18:21-35
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 15 RENUNCIACIÓN
El efecto acumulado de pecados de vidas pasadas es una carga que aquéllos que la aceptan esperan llevar por siglos o hasta trabajar para salir de ella. Son fatigados viajeros dando vueltas al molino de rueda, desde el nacimiento hasta la muerte. No hay tal nota de desesperanza en la doctrina de Jesucristo. Él vino a hacernos plenamente conscientes de la vida abundante, del completo perdón, de la redención de todo pecado y de la victoria sobre la muerte y la tumba.
La ley es la Verdad y la Verdad es que todo es bueno. No hay poder ni realidad en el pecado. Si el pecado fuera real y duradero como la bondad y la Verdad, no podría ser perdonado, sino sujetaría a su víctima para siempre. Cuando entro en la comprensión de lo real y lo irreal, una gran luz amanece sobre mí y veo lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “El Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados”. Mat. 9:6.
El Hijo del hombre es aquello en mí que discierne la diferencia entre la Verdad y el error. Cuando alcanzo esta comprensión, estoy en posición de libertar mi alma del pecado y mi cuerpo de la enfermedad, que es el efecto del pecado. En la comprensión espiritual el YO SOY del hombre perdona o “dona” Verdad “por” error; la mente se pone en orden y el cuerpo sana. Tan pronto el hombre comprende esto, se pone en armonía con la Verdad del Ser y la ley borra todas sus transgresiones.
En Su nombre afirmo: “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús, me libera de la ley del pecado y la muerte”.
Vida
Día 16, sábado. Leer Juan 4:1-26.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 16 VIDA
La vida es una fase del Ser que se expresa como animación, actividad y vigor. La consciencia de la vida eterna nos sitúa en la corriente de vida que nunca falla.
Toda la raza necesita aceleramiento espiritual del principio de vida; su origen está en la Mente Divina, es el don de Dios. “Aviva el don de Dios que está en ti.” II Tim. 1:6. Pensar intensamente en la vida es acelerarla a la acción. Hablar de energía, fuerza, poder, vida, hará que las corrientes de vida fluyan velozmente a través de todo nuestro ser.
Para Jesús, la presencia de Dios era una llama permanente −una llama de vida eterna que sentía en cada célula de Su cuerpo, haciéndolo más y más vivo, limpiándolo y purificándolo hasta que se volvió enteramente perfecto.
Al dominar lo carnal Jesús abrió el camino para que todos los hombres lograran vida eterna. Durante nuestras realizaciones más elevadas de Verdad, somos con frecuencia conscientes de esta llama activa permanente en y a través de nosotros.
Yo avivo ahora todas las células de mi organismo infundiendo mentalmente en ellas la consciencia de Cristo. Este es el nuevo nacimiento que está transformando mi cuerpo y levantándolo a la energía eléctrica. Esto lo cumplió plenamente Jesús en la resurrección de Su cuerpo. El paso siguiente en la divina evolución es la espiritualización del cuerpo, o la Ascensión.
La vida aceleradora en mí se expresa ahora cuando sostengo y repito esta declaración de Verdad: “Yo tengo la mente de Cristo. Mis palabras son aceleradas espiritualmente y vivas para siempre. Estoy lleno de la vitalidad, vigor y salud de Jesucristo”.
Conservación
Tercer domingo. Leer Isaías 55:1-13.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Tercer Domingo CONSERVACIÓN
Debemos recordar siempre que nuestra juventud, que amamos tanto, nunca muere en realidad; meramente se duerme en el plano de lo subconsciente. La gente envejece porque deja que se duerma la idea de juventud. Usando la comprensión espiritual puede despertarla.
El despertamiento de las energías juveniles es necesario para la regeneración. El cuerpo no puede refinarse, ni hacerse, como su Creador, eterno, antes de que todos los pensamientos necesarios para su perpetuación sean revividos en él.
Jesús representa al hombre en la regeneración; esto es, el hombre en el proceso de restaurar su cuerpo a su pureza prístina en que vivirá perpetuamente sin vejez, enfermedad o muerte. Un paso necesario en este proceso de restauración del cuerpo es el avivamiento de las energías vitalizadoras en la subconsciencia que alimentan el cuerpo y la dan la fuerza vital renovadora de su juventud. La juventud eterna es una de las ideas dadas por Dios que el hombre ama.
Malgastar la sustancia es un gran pecado que resulta en la desintegración del cuerpo. La mente sensorial es la causa de todo desgaste en el organismo o en el plano más externo llamado mundo. Jesús vino a salvar a los hombres del pecado y a prepararlos para una entrada abundante en el glorioso reino de Cristo que ha de establecerse en la tierra.
Podemos llegar al asunto de la conservación definitivamente, considerando la vida “escondida con Cristo en Dios”, porque la vida oculta y protegida es la vida conservada.
Yo hago ahora consciente unión con la sustancia de todos los atributos espirituales cuando afirmo: “Por medio de Cristo la divina economía está activa en mí y conservo las esencias espirituales en todas las fases de mi vida”.
Jesucristo, nuestro ayudador.
Día 17, lunes. Leer Romanos  8:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 17 JESUCRISTO NUESTRO AYUDADOR
Si Dios no hubiera planeado hacer de Jesús un factor continuo y activo en nuestra civilización, no habría buen propósito en haber sido enviado y en el gran sacrificio que hizo. Él vino a mostrarnos “el camino, la verdad y la vida” y prometió: “Ved: yo estoy con vosotros siempre”. Prometió también que estaría con nosotros como Maestro. “Cuando él, el Espíritu de verdad, haya venido, él os guiará a toda la verdad”.
A nadie se pasa por alto. La mano de ayuda de Jesús se extiende para todos. Quienquiera que seas, adondequiera que estés, Jesús, en Su consciencia espiritual espera tu reconocimiento mental. Cualquiera que se tu objeto, Él te enseñará cómo alcanzarlo. “Cualquier cosa que pidáis en mi nombre, eso haré.” Juan 16:23.
Jesús desarrolló los innatos poderes de la mente y el cuerpo y de esa manera se volvió un ciudadano  de los cielos o plano donde habitan los hijos de Dios. Hizo esto con el poder de Su palabra −liberando los electrones prisioneros de Su cuerpo y elevándolos a la consciencia espiritual.
¿Por qué no vemos a Jesús? Los ópticos demuestran que  los ojos de los hombres son limitados en visión. Se dan cuenta sólo de rayos de luz dentro de un espacio muy estrecho. El microscopio revela un mundo de cosas vivientes para los cuales el ojo natural es completamente olvidadizo. Tanto debajo como sobre la extensión de la vista humana, existen entidades vivientes. Nosotros sentimos a veces la presencia de los que no vemos.
Afirmo: “Me regocijo en el poder restaurador de Jesucristo, ahora poderosamente activo en una nueva consciencia de vida en mi alma y en mi cuerpo”.
Evolución
Día 18, martes. Leer Romanos 8:18-39.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 18 EVOLUCIÓN
En todo hombre está envuelto el Cristo o la Palabra de Dios; ésta es una idea que contiene ideas.
La evolución es el resultado del desenvolvimiento de las ideas en la mente. Lo que somos es el resultado de la evolución de nuestra consciencia y nuestra consciencia es el resultado de las semillas de ideas sembradas en nuestra mente. Así, la evolución espiritual es el desenvolvimiento del Espíritu de Dios en expresión. Es el desenvolvimiento alcanzado por el hombre trabajando bajo la ley espiritual. La humanidad es el jardín de Dios del cual la tierra es la omnipresente sustancia de pensamiento.
La evolución del hombre hasta la expresión del Cristo o la Palabra (el Hijo) de Dios, se enseña claramente en el Nuevo Testamento como la suprema realización de cada hombre. “Porque la ávida expectación de la creación espera la revelación de los  hijos de Dios.” Rom. 8:19.
Sin alguna evidencia en nosotros del hombre crístico, somos poco más que animales. Cuando, por fe en la realidad de las cosas espirituales empezamos la evolución del alma, hay gran regocijo; “nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios”.
El cristianismo enseña la ley completa de la evolución. “Dios dijo” y así creó aquello que iba a aparecer. Dios planeó al hombre y al universo, y por medio de Su palabra los proyectó en la creación como principios ideales e inmanentes energías actuando detrás y dentro de toda visibilidad.
Yo afirmo: “Yo soy uno con el Espíritu de comprensión divina siempre desenvolviéndose, siempre aumentando. Toda mi consciencia está madurando en perfección”.
La sangre de Jesús
Día, 19, miércoles. Leer Juan 6:41-65.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 19 LA SANGRE DE JESÚS
Con el poder de Su palabra Jesús purificó y espiritualizó la sangre natural de su cuerpo hasta que se volvió una corriente espiritual de vida en donde todos pueden entrar y ser purificados.
Con el poder de Su palabra, Jesús difundió los electrones espirituales de Su cuerpo en la atmósfera del pensamiento de la raza, para que puedan ser aprehendidos por todos los que creen en Él.
En esta temporada de cuaresma comprendo como realidad que soy bautizado en Su corriente espiritual de vida y soy purificado. Los electrones de Su sangre, que apropio, son centros de energía y vida en mí; me levantan y fortalecen.
Jesús llamó el pan que había bendecido, Su cuerpo y el vino, Su sangre. Cuando me apropio palabras de Verdad, “las como”, como diríamos, participo de la sustancia y vida del Espíritu y formo el cuerpo de Cristo. Así participo del cuerpo y la sangre de Jesús, el verdadero sacramento que vitaliza el cuerpo renovando mi mente.
La sangre de Jesús en mí es la vida contenida en Dios. La corona de la vida se alcanza viviendo eternamente en la presencia de Dios. Lograr esto depende de la comprensión de la ciencia del recto pensar. Mi camino a la vida eterna está en mi reconocimiento de mi unidad con el Cristo de Dios.
En su nombre estoy gradualmente transformando y regenerando mi sangre y mi cuerpo. Así soy salvado por Jesucristo.
Realizando la victoria sobre cada limitada creencia en lo mortal, afirmo: “Me regocijo en el poder restaurador de la sangre de Jesús activo poderosamente en mí para renovar, restaurar y sanar enteramente”.
El templo que es el cuerpo
Día 20, jueves. Leer Mateo 6:16-34.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 20 EL TEMPLO QUE ES EL CUERPO
Dios creó la idea del cuerpo como un organismo que se perpetúa y renueva por sí mismo y el hombre reconstruye en su cuerpo personal. Dios creó la idea del cuerpo, y el hombre, con su pensar, la manifiesta.
Percibo como realidad que tendré un cuerpo perfecto y un perfecto mundo cuando comprendo y uso la perfecta palabra, la palabra que contiene todos los atributos de Dios. Así declaro que mis palabras están siendo penetradas por la completa comprensión de la Mente Divina y sus inherentes ideas y conscientemente aplico esta comprensión en todo lo que siento, pienso, hablo y vivo, y estoy por lo tanto firmemente expresando el Cristo en mente y cuerpo.
Venciendo paso a paso la limitación del pensamiento material, mi cuerpo se vuelve más refinado y radiante.
La ley es que mi cuerpo se transforma por la renovación de la mente. Con afirmaciones la mente se apodera de palabras vivientes de Verdad y las asimila en el cuerpo. Cuando entro y permanezco en la consciencia del Hijo de Dios, tengo vida eterna y mi cuerpo se transforma en carne pura, manifestando la perfección del Espíritu.
Bendecir es invocar el bien sobre lo que se bendice. Es conferir el bien de Dios a algo o alguien. Así, bendigo el templo que es mi cuerpo y declaro su pureza, fortaleza y belleza. Vierto sobre mi cuerpo templo el aceite del amor y lo visto con vestidos de alabanza.
Comprendiendo que el cuerpo de Cristo en mí es el resultado de mi pensamiento espiritual manteniendo su unidad con el Espíritu aun en la manifestación, afirmo: “La Palabra de Dios en mí aviva mi mente, y mi cuerpo es transformado en la semejanza de Su glorioso cuerpo”.
La gracia de Dios
Día 21, viernes. Leer Mateo 5:17-20; 38-48.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 21 LA GRACIA DE DIOS
“Tan lejos como oriente está del occidente,
así ha removido nuestras transgresiones de nosotros.”
La gracia significa buena voluntad, favor, disposición a mostrar misericordia. Así, no nos sentimos como siervos de la ley, sino como receptores de la gracia de Dios, hijos del Altísimo.
La gracia de Dios se extiende para todos, no sólo para una secta o credo. Todos los hombres son iguales en el favor de Dios.
La gracia de Dios es mayor que las leyes de los hombres. Para volvernos receptores de aquello que el Padre nos quiere dar, debemos tomar en consideración el elemento de la gracia; saber que, aún más allá de lo que pedimos, buscamos, ganamos o merecemos bajo la ley, Dios está más que dispuesto a darnos.
Dios, como el gran principio creador del universo, siempre nos saldrá al encuentro a más de la mitad del camino. Volviéndonos receptivos a la “gracia de Dios”, recibimos la medida de la provisión de Dios, que excede todo lo que podamos imaginar.
Percibo en realidad que “la gracia y la verdad vinieron con Jesucristo”; es decir, el verdadero poder salvador, redentor y transformador, viene a mí en el trabajo que hizo Jesús estableciendo para la raza una consciencia nueva y superior en la tierra. Entro en esa consciencia por fe en Él y por medio del espíritu de la ley que Él enseñó y practicó.
Yo afirmo: “Por la gracia de Dios soy perdonado y sanado”.
La cuarta dimensión
Día 22, sábado. Leer Juan 21:1-17.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 22 LA CUARTA DIMENSIÓN
La cuarta dimensión es la que abarca y rodea las otras tres; es la realización, la superación del tiempo y el espacio y todas las condiciones. Es el proceso en que las formas pierden su separación y se vuelven una bajo la divina ley. La mente humana con sus limitadas facultades razonadoras, está limitada por el tiempo, el espacio y las condiciones. Por sí misma no puede ir más allá dentro del plano espiritual, sino hasta donde la razón la lleve; pero cuando invocamos la ayuda de Cristo en nosotros, vamos más allá de la razón al plano de pura realización, entonces hemos logrado la consciencia del puro ser, la cuarta dimensión del ser.
La única manera de entrar en el reino de la cuarta dimensión o realización es por medio de la oración científica, comúnmente llamada “el silencio”. Primero tomo la palabra “Jehová” y me vuelvo adentro sosteniéndola con firmeza en la mente hasta que la palabra ilumina toda la consciencia interna. Estoy funcionando ahora en la cuarta dimensión y el camino está abierto para concentrarme en la oración que elijo para la demostración especial.
Fijo poderosamente mi atención en la consumación de una idea hasta que ella forma un núcleo de cierta cantidad de sustancia mental y estoy seguro que será seguida por el silencioso poder del pensamiento que, activo en todo mi ser, está trayendo a lo visible la cosa deseada.
Cuando mis pensamientos irradian con la velocidad de la luz espiritual, se funden con la Mente creativa (que Jesús llamó cielo) y aquello que pido es hecho.
Afirmo: “El poder iluminador de la Verdad despierta y activa mi consciencia y discierno con claridad”.
El sábado
Cuarto domingo. Leer Marcos 2:23-28; 3:1-16.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Cuarto Domingo EL SÁBADO
El verdadero sábado es la consciencia de que hemos cumplido la ley divina en pensamiento y acto.
El sábado es algo muy cierto y definido. Es un estado mental en que el hombre entra o adquiere, cuando va al silencio, en el reino del Espíritu. Ahí encuentra verdadero descanso y paz. El séptimo día significa el séptimo o perfecto grado en el desenvolvimiento espiritual de cada uno. El hombre se había perdido de tal modo en la oscuridad de la consciencia de los sentidos que no podía salvarse por sí mismo, por eso vino el Salvador. Cuando el hombre se afirma en el Cristo que vive en él, el Salvador, es levantado de la consciencia adánica a la consciencia de Cristo. Entra entonces en la séptima etapa de su desenvolvimiento, donde encuentra dulce descanso y paz.
El sábado como institución fue establecido por el hombre. Dios no descansa de Su trabajo cada siete días y no hay evidencia de que haya habido un momento en que haya cesado la actividad del universo.
No reñimos con nuestro hermano sobre la observancia del sábado. Si dice que debemos adorar a Dios en el séptimo día o en el primero, en ambos casos convenimos. No sólo hacemos el servicio de Dios con alabanza, canción y acción de gracias en el séptimo día y el primer día, sino todos los días. En el verdadero sábado nuestra mente se vuelve a Dios en todos los momentos y estamos siempre prontos a reconocer Su santa presencia en nuestro corazón y en nuestra vida. “El sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.” Marcos 2:27.
Afirmo: “Descanso en la consciencia del verdadero sábado, y mi corazón está lleno de gozo y satisfacción”.
La Idea
Día 23, lunes. Leer Lucas 5:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 23 LA IDEA
En las Escrituras las ideas son simbolizadas por peces. Una idea es el original, primario o ilimitado pensamiento del Ser: en la Mente de Dios, la eterna Palabra o Logos. En la idea están envueltas todas las potencialidades de aquello que ha de desenvolverse a través del hombre. La idea misma se vuelve el poder evolucionador por medio del cual se manifiesta.
Las ideas son contagiosas. Todos estamos densamente cargados de ideas. Cuando las ideas son liberadas, surgen y pasan de una mente a otra siendo “grabadas” mientras vuelan; cuando son expresadas, toda la raza se levanta −porque las verdaderas ideas están saturadas del Espíritu. Traemos ideas de vida a manifestación, haciéndonos uno con ellas, volviéndonos conscientes de la Mente de Cristo que vive en nosotros, y de nuestra unidad con el Padre.
Como el hijo es al padre, así es la idea para la mente. La Mente es una con sus ideas; así el Padre −la Mente de Dios− es uno con su progenie, la idea −el Hijo. La Mente es coexistente con sus ideas y hay continua interacción y comunión. El Padre y el Hijo son uno coexistiendo, interactuando e intercomunicándose en voluntad y propósito. Fue desde la gran idea de vida divina que Jesús sanó a los enfermos y resucitó a los muertos.
La inspiración espiritual en mí es un fluir de ideas divinas; actividad de carácter espiritual; comprensión que viene de Dios.  Es el aliento del Espíritu en nosotros. El aliento de Dios infuso en mí me ha dotado de super-vida. “El sopló sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu Santo.”
Afirmo: “En la presencia y el poder de la idea de Cristo en mí, yo proclamo mi perfección”.
Curación
Día 24, martes. Leer Mateo 9:14-38.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 24 CURACIÓN
La salud, la salud real, viene de adentro y no tiene que fabricarse en lo externo. Es la condición normal del hombre, una condición que responde a la realidad de su ser.
El primer paso en toda curación espiritual es el uso de la fe, y el que sigue es volvernos abiertos y receptivos a la corriente de vida sanadora. La curación espiritual restaura la perpetua salud, porque borra el pensamiento de error, y limpia la mente.
Con el ejercicio de la fe y nuestra palabra, nuestra cualidad espiritual se funde en unidad con el poder de Cristo y la curación se hace maravillosamente.
Se dice que los primeros cristianos, antes de salir a sus poderosas obras, mandaban a la nueva vida de Cristo a surgir y saturar su consciencia con su potencia sanadora a tal extremo, que fluyera a través de ellos y sanara a todos aquellos a quienes aplicaban su ministerio.
Descubrieron que cuando repetían muchas veces la más poderosa oración de Jesús, el Padre Nuestro, el Cristo escondido en cada uno de ellos era llamado a la acción. Descubrieron también que la décimo quinta vez que decían la oración, las aguas de las tribulaciones y de toda clase de enfermedades empezaban a bajar, y esa realización levantaba la consciencia de aquellos que estaban pidiendo ayuda. Toda tribulación y enfermedad desaparecía.
La experiencia prueba el poder de las palabras para traer salud. Al sanarme yo mismo, hablo a mi cuerpo, repitiendo negaciones y afirmaciones necesarias. Esto levanta mi consciencia a la realidad espiritual donde se origina todo el poder sanador.
Afirmo con fe: “Por medio de Jesucristo, la energía vitalizadora de Dios inunda todo mi ser, y soy sanado”.
Paz
Día 25, miércoles. Leer Mateo 5:14-40.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 25 PAZ
En tu mano derecha aun lleva suave paz
para callar las lenguas envidiosas. Sé justo, nunca temas:
tus objetivos todos los de tu patria sean, de Dios y la verdad.
−Shakespeare
Las grandes oleadas de pensamiento que mueven al mundo son puestas en acción por pensadores profundos.
La paz y la comprensión de las realidades espirituales surgen en la mente cuando ella ha hecho contacto interno. Cuando sabemos del trabajo transformador del Espíritu en la mente y en el cuerpo, veremos que el aplastamiento de las ambiciones personales libera ideas espirituales cuya influencia llega lejos.
Jesús fue al origen mismo de la discordia y demostró cómo toda resistencia y antagonismo debe cesar. No se detuvo a argüir si la causa era justa o no, pero dijo: “Reconcíliate con tu enemigo pronto”. Mat. 5:25. “Si algún hombre va ante la ley contigo, y toma tu túnica, déjale la capa también.” Mat. 5:40. Para la mente mortal esto parece tontería, pero Jesús hablaba desde la interna sabiduría que sabe que es peligroso dejar ninguna clase de pensamientos de oposición formarse en la conciencia. Sabía que la ley universal de justicia ajustaría todas las cuestiones, si el hombre confía en ella y cesa de pelear mentalmente por sus derechos. Esto se hace, invitando al Cristo, el Príncipe de la Paz, a hacerse cargo de todos nuestros asuntos. “Mi paz os doy.”
Alabo a Dios por la paz de mi propio, superior ser. Me regocija y contenta la posesión de la Ciudad Santa en mí. Con mi visión interna veo las puertas abiertas de par en par, y la santa paz penetra mi consciencia.
Afirmo: “Mi mente permanece en Ti y descanso en Tu paz y poder”.
Cielo
Día 26, jueves. Leer Mateo 13:24-53.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 26 CIELO
Dios idealizó dos planos universales de consciencia: el cielo y la tierra, o más propiamente, “los cielos y la tierra”. Uno es el reino de los puros ideales; el otro, el de formas de pensamiento. Dios no crea el universo visible directamente como hace el hombre pavimentos de cemento, sino crea las ideas que usa Su inteligente “imagen” y “semejanza” para hacer el universo. Así, las creaciones del hombre son materiales y espirituales de acuerdo con su comprensión.
Jesús, entre todos los que reclaman íntima relación con las cosas espirituales, le dio al cielo localización definida. “El Reino de Dios está dentro de vosotros.” Lucas 17:21. Este reino está ahora preparado. “Los campos… están blancos ya de cosecha.” Juan 4:35. Las condiciones están maduras. Pero sólo entran los que estén dispuestos a cambiar por él sus ideas de posesiones terrenales. Todo eslabón terrenal debe romperse, todo amor mortal, crucificarse. Esta es la manera como Jesús entró en este reino y Su manera es la que todos debemos emplear.
El cielo está presente en todas partes. Es el ordenado, legítimo ajuste del reino de Dios en la mente, el cuerpo y los asuntos del hombre; es la consciencia de Cristo, el reino de las ideas divinas, un estado de consciencia en armonía con los pensamientos de Dios. El cielo está en cada uno de nosotros; un lugar, una esfera consciente de la mente con todas las atracciones descritas o imaginadas como pertenecientes al cielo.
Percibo como realidad que la fe en el Espíritu y el dominio final del bien me restaurarán a la consciencia celestial de donde descendí.
Afirmo: “El cielo en mí es perfecta vida armoniosa, sustancia e inteligencia, y yo me regocijo”.
Principio
Día 27, viernes. Leer Juan 5:19-47.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 27 PRINCIPIO
Principio y Verdad son uno. El Divino Principio es Verdad en un sentido universal o referente al Elohim Dios. La satisfacción llega a nosotros cuando vivimos de acuerdo con el Principio.
El Principio universal, la sobrealma de este planeta, estaba abriendo su camino de expresión a través de Jesús. La misma obra que Jesús realizó está siendo realizada por todos los hombres −aunque quizás muy lentamente.
Para demostrar el Principio, continúa estableciéndote en ciertas declaraciones (afirmaciones) de la ley. Mientras más a menudo presentas a tu mente una proposición lógica y verdadera, más fuerte se vuelve el interno sentimiento de realización.
Como el principio de la música se mueve a través de tonos, el principio mental se mueve a través de ideas. Así, Dios como Principio se mueve a través del pensamiento expresado por la Mente Divina.
La mente de cada individuo puede unificarse conscientemente con la Mente Divina por medio del Cristo que vive en nosotros. Afirmando unidad con la mente de Dios, finalmente realizamos la perfecta mente que estaba en Cristo Jesús.
“Tened esta mente en vosotros que estaba también en Cristo Jesús, quien existiendo en la forma de Dios, no consideró ser en igualdad con Dios como cosa para aferrarse sino que se desprendió de ella tomando la forma de un siervo, hecho a semejanza de los hombres.” Fil. 2:5.
Afirmo: “El Principio es Verdad. Yo sé la Verdad y la Verdad me hace libre”.
Los milagros
Día 28, sábado. Leer Mateo 14:15-36.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 28 LOS MILAGROS
El primer milagro en nuestra consciencia es la transformación del agua de pensamiento en el vino de pensamiento, al introducir en ella algunos de los “ángeles de Dios” o verdaderas ideas.
En realidad los milagros son sucesos que tienen lugar como resultado de la aplicación de una ley superior a ciertas condiciones.
Dios nunca hace milagros, si por milagros significamos una desviación de la ley universal. Lo que hicieron los profetas se hizo por la acción de leyes inherentes en el Ser y abiertas al descubrimiento de cada hombre.
Con el poder de su pensamiento Elías penetró los átomos y precipitó abundante lluvia. Jesús usó el mismo dinámico poder del pensamiento para romper las ataduras de los átomos que componían los pocos panes y peces del almuerzo de un jovencito −y cinco mil personas fueron alimentadas.
La ciencia está descubriendo la dinámica hacedora de milagros de la religión, pero la ciencia no ha comprendido aún el poder dinámico y directivo del pensamiento del hombre. Todos los llamados hacedores de milagros aseguran que ellos no producen por sí mismos los maravillosos resultados; que ellos son solamente instrumentos de una entidad superior.
Jesús dijo: “El que cree en mí, las obras que yo hago hará también”. Cuando continúo ejercitando mis facultades espirituales, las fortaleceré y comprenderé mejor y dejaré de hablar acerca de ninguna cosa como milagro.
Afirmo: “La clara mente sin nubes de Jesucristo domina todo mi pensamiento y discierno las omnipresentes leyes del Espíritu”.
El vencedor
Quinto domingo (de Pasión). Leer Juan 20:19-31.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Quinto Domingo EL VENCEDOR
Un vencedor es el que reconoce la Verdad de su ser y está renovando su mente, cuerpo y asuntos, cambiando sus pensamientos de las viejas creencias mortales a las nuevas como las ve en la Mente Divina. Es el que demuestra la ley divina no solo en la vida externa sino en lo más hondo de la consciencia. El poder espiritual, la maestría y el dominio, son logrados por el vencedor. “Al que  venza lo haré que se siente conmigo en mi trono.”
La manera de vencer es, primero, situarse uno mismo por fe en la realización de nuestra filiación y, segundo, demostrarla consistentemente en cada pensamiento y acto. Una de las leyes mentales es que el hombre se vuelve igual a aquello con lo que se identifica. Cristo es el único modelo perfecto. Todos desean vencer los errores. Cada uno debe, por eso, ser sabio e identificarse con el Cristo.
Ninguna condición externa o circunstancia puede mantener al hombre esclavizado cuando hace contacto mental con Dios.
Fue al vencedor al que habló Jehová cuando, por medio de uno de los viejos profetas, dijo: “Yo os restauraré los años que la langosta ha comido”. Joel 2:25.
Tenemos muchas bendiciones. Empieza a alabar a Dios por la abundancia de todas las cosas; tus palabras henderán el éter omnipresente y el bien fluirá a ti de todas direcciones.
El trabajo que tengo que hacer para el mundo como vencedor, es ayudar a establecer una nueva consciencia de la raza, un nuevo cielo y una nueva tierra, “en donde habite la rectitud”. II Pedro 3:13. Siendo fiel a mi suprema comprensión de la Verdad, nunca me desvío a la derecha o a la izquierda por ninguna razón.
Afirmo: “Yo soy un vencedor por medio de Jesucristo, y descanso en la realización de Su gracia y poder”.
Paciencia
Día 29, lunes. Hebreos 11:17-40; 12:1-6.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 29 PACIENCIA
La paciencia es un estado mental que contempla el mundo desde la armonía de la Mente de Cristo, una libertad del pensamiento personal. Es una actitud mental caracterizada por equilibrio, calma y una quieta, sosegada confianza, especialmente ante condiciones difíciles. Tiene su fundamento en el amor. “Gran paz tienen aquéllos que aman la ley; y para ellos no hay ocasión de tropezar.” Salmos 119:165.
El primer requisito en el desenvolvimiento de la paciencia es comprensión espiritual. Mientras más amplia es nuestra visión de la vida, más libertad sentimos y no pasamos por las fricciones y molestias que vienen a los que están centrados en la personalidad.
Ser pacientes o no, depende de nuestra visión de la vida. Si uno es egoísta y centrado en sí mismo y vive en un mundo material limitado por sus propios intereses, carece de las cualidades que producen la paciencia.
Podemos tomar el don de la paciencia y usarlo. Podemos recibirlo por fe y después aplicarlo a cada departamento de nuestro ser con la práctica diaria de la Verdad.
La paciencia nos da dominio de nosotros mismos. Desenvolvemos la capacidad de dirigir nuestra conducta en rectos caminos, que es un resultado de la espiritualidad.
Comprendo que estoy alimentando mi consciencia con divina paciencia. Cuando mis pensamientos están en armonía con la ley divina, desarrollan mi cuerpo en el bello, indestructible templo de Dios. “Corramos con paciencia la carrera que está ante nosotros, siguiendo a Jesús el autor y perfeccionador de nuestra fe.” Hebreros 12:1.
Afirmo: “El Espíritu sereno, tranquilo y confiable ahora cumple todos los deseos de mi corazón. Descanso en paz”.
Juicio Divino
Día 30, martes. Leer Lucas 6:37-49.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 30 JUICIO DIVINO
El juicio humano es el acto mental de evaluar por comparación o contraste. El hombre intelectual siempre juzga a su semejante. El juicio divino es de la consciencia espiritual. Cuando despertamos a la realidad de nuestra divinidad, la luz empieza a hacerse en nosotros desde adentro, y sabemos la Verdad; éste es el avivamiento de nuestra facultad del juicio. Esta facultad se puede ejercer de dos maneras: desde la percepción de los sentidos, o desde la comprensión espiritual. Si su acción se basa en los sentidos, sus conclusiones son falibles y con frecuencia condenatorias; si en comprensión espiritual, son seguras.
La facultad del juicio discierne la Verdad y equilibra las facultades en rectitud. En las Escrituras, el juicio se aplica con frecuencia a la acción de la Mente Divina en su trabajo de juzgar; especialmente a las experiencias que vienen al hombre a través de la acción de la ley de justicia. El hombre redime esta facultad, situándola en lo Absoluto, declarando y comprendiendo que su origen está en Dios y todas sus conclusiones se basan en la Verdad.
Esto da un centro de acción desde donde el YO SOY  empieza a poner en orden nuestro mundo de pensamiento.
No juzgo a otros sobre su culpa o inocencia. Me considero a mí mismo y cuál es mi posición ante los ojos de mi Padre. Empiezo la reforma conmigo mismo. El asiento para el juicio de Cristo está en mí, y el juzgar o discernir entre lo verdadero y lo falso tiene lugar en mí mismo. Diariamente siego los resultados de mis pensamientos y mis actos.
Afirmo: “Mi juicio es justo porque no ejerzo mi propia voluntad sino la de mi Padre”.
Sustancia espiritual
Día 31, miércoles. Leer Mateo 13:3-9, 18-23.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 31 SUSTANCIA ESPIRITUAL
Hay un reino de abundancia de todas las cosas y puede encontrarse por aquellos que lo buscan y están dispuestos a cumplir sus leyes. La sustancia existe en un plano de ideas y es poderosa cuando es manejada por uno que está familiarizado con sus características.
La sustancia espiritual es la fuente de toda riqueza material y no puede sufrir pérdida o destrucción por el pensamiento humano. Está siempre con nosotros, pronta a ser usada y hacer la consciencia potente y fértil. Acerca de esto, Jesús dijo: “Tengo carne para comer que vosotros no conocéis”.
Del mismo modo que la tierra es la matriz universal en que toda la vegetación se desarrolla, así esta invisible sustancia del Espíritu germinará y crecerá y dará fruto “según su clase”.
Yo sé que cualquier semilla de palabras que se siembran en la omnipresente sustancia del Espíritu germinará, crecerá y dará fruto “según su clase”. Del mismo modo que el agricultor selecciona la mejor semilla para sembrar, así yo debo elegir las palabras que rendirán la rica cosecha de la abundancia.
Para alcanzar dominio de la sustancia del Espíritu la apropio con mi mente; es decir, me apodero de la idea que hay detrás de ella. El recto pensar es necesario para usar mi mente de modo constructivo y tener los resultados correctos.
Afirmo: “La sustancia divina fluye en toda su plenitud en mi consciencia y a través de mí, como prosperidad en todos mis asuntos”.
La unificación
Día 32, jueves. Leer Juan 17:1-26.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 32 LA UNIFICACIÓN
Jesús realizó parte importantísima al abrir para la humanidad el camino al reino del Padre. Esto se hizo por su vencimiento de la creencia en la muerte.
La unificación significa reconciliación entre Dios y el hombre por medio de Cristo. Jesús se volvió el camino por el cual todos los que lo aceptan pueden “pasar” a una consciencia superior. Tenemos unificación a través de Él.
“Cristo… quien llevó él mismo nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros habiendo muerto para los pecados viviésemos para la rectitud; por cuyas heridas vosotros fuisteis sanados.” I Pedro 2:24.
Toda la raza estaba cautiva en la red de su propio pensamiento y a causa de soñolienta ignorancia, se hubiera quedado allí, si no se hubiera abierto una brecha en la estructura que dejó pasar la luz de un camino superior.
Si estuvieras preso en el tejido de una gran telaraña y alguien hiciera un agujero a través del cual pudieras pasar,  irías adonde estuviera el agujero y escaparías de ese modo. Jesús hizo esta abertura en el pensamiento de la raza y así abrió de par en par la puerta al reino espiritual.
Su cristianismo tenía un Dios viviente, un Dios que vivía en Él y hablaba a través de Él. Es una religión de vida, tanto como de pureza. Los hombres han de estar vivos; no existir medio muertos por unos pocos años y después extinguirse con un chisporroteo como una vela de sebo. Los hombres de Cristo han de ser las luces que resplandezcan con una corriente perpetua de la energía única, omnipresente.
Declarando mi unidad con este poder, afirmo la palabra redentora de Jesucristo: “Yo soy la resurrección y la vida”. El me sana y perfecciona.
Monte de Transfiguración
Día 33, viernes. Leer Mateo 17:1-13.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 33 MONTE DE TRANSFIGURACIÓN
La transfiguración es siempre precedida por un cambio de mente. En la transfiguración los ideales son elevados de lo material a lo espiritual.
Subir a la montaña a orar significa una elevación del pensamiento y la aspiración del punto de vista mortal al espiritual. Cuando la mente se exalta en oración, la rápida irradiación de energía mental causa una deslumbrante irradiación de luz de todas partes del cuerpo, especialmente la cabeza.
Aún nuestros llamados cuerpos físicos revelan un cuerpo radiante (al que Jesús se refirió como sentarse en el trono de Su gloria), que entrelaza los trillones de células del organismo y arde brillantemente. Jesús dio a sus discípulos una vislumbre de Su radiante cuerpo cuando se transfiguró ante ellos. “Su rostro brilló como el sol y su vestidura se volvió blanca como la luz.”
Estaba muy avanzado en consciencia espiritual y desarrollado en grado mayor que nadie en nuestra raza. Pero todos tenemos ese cuerpo de luz y su desarrollo está en proporción a nuestra cultura espiritual. Jesús no descendió a la corrupción, sino que, por la intensidad de Sus devociones espirituales, transformó cada una de sus células en su innata, divina luz y poder. Cuando Juan estaba en el espíritu de devoción, Jesús apareció ante él y “Sus ojos eran como llama de fuego y Sus pies como pulido bronce”. Jesús vive hoy en ese cuerpo de glorificada luz en un reino que interpenetra la tierra y lo que la rodea.
Jesús es mi Guía en el camino. En Su nombre afirmo: “Mi mente y mi cuerpo son radiantes con la luz del Espíritu y soy triunfante, glorioso, espléndido”.
Transmutación
Día 34, sábado. Leer Juan 2:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 34 TRANSMUTACIÓN
La transmutación, según el Diccionario de Webster, es “la conversión de un elemento en otro”.
En la consciencia, la transmutación es un cambio en acción y carácter para ajustarse a las normas espirituales. Se ha dicho bien que la mente es el crisol en que el ideal se transmuta en lo real.
Jesús dijo que todo poder se le había dado en el cielo y en la tierra. Manifestó Su poder en pequeña escala multiplicando unos pocos panes y peces para alimentar a cinco mil personas. En varias otras ocasiones demostró que tenía comprensión de la transmutación de la sustancia. Levantó su cuerpo carnal a un nivel de energía superior en vida potencial y sustancia, que ninguno había alcanzado antes. Vemos que no sólo la mente sino también el cuerpo es afectado en el proceso de desarrollo de lo natural a lo espiritual.
La levadura de los fariseos y de Herodes (Marcos 8:15) representa los pensamientos limitados. Cuando intentamos confinar la ley divina a los caminos acostumbrados de expresión y nos burlamos de todo lo que va más allá, estamos dejando la levadura de los fariseos trabajar en nosotros. Cuando la mente se eleva por medio de la afirmación a la sustancia omnipresente y vida de Dios, no sólo somos alimentados, sino hay un sobrante. Ésta es la enseñanza de Jesús y siempre ha tenido ejemplo en Sus fieles seguidores.
Comprendo que por la ley de transmutación, cada pensamiento de error en mi consciencia es transmutado en su correspondencia espiritual.
Yo afirmo: “El Espíritu en mí está transmutando mi cuerpo en pura sustancia espiritual y mi alma se regocija”.
Domingo de Ramos
Domingo de Ramos. Leer Juan 12:12-50.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma DOMINGO DE RAMOS
El domingo de Ramos es el domingo que precede a Pascua Florida.
Jerusalén, la Ciudad Santa, simboliza en nosotros la morada de paz, visión de paz, asiento de la prosperidad en nosotros.
En el hombre, Jerusalén es la consciencia permanente de paz espiritual, resultado de continuas realizaciones de poder espiritual temperado con equilibrio espiritual y confianza. Jerusalén simboliza el gran centro nervioso detrás del corazón. Desde este punto el Espíritu envía su radiación a todas partes del cuerpo.
Jesús simboliza nuestra identidad con el YO SOY. Su ida a Jerusalén significa el último paso que damos en el desenvolvimiento preparatorio para el final, cuando la personalidad es enteramente crucificada y el Cristo triunfa.
Jesús montando un asno hacia Jerusalén significa el cumplimiento del tiempo cuando el YO SOY espiritual en nosotros se hace cargo y levanta todas las fuerzas animales al plano espiritual de dominio, pureza y paz.
Cuando el YO SOY se hace cargo del cuerpo, se inaugura un nuevo orden de cosas. La vitalidad no se malgasta. Por medio de altos y puros ideales toda la consciencia se levanta a una norma superior.
Las hosannas de la multitud gozosa extendiendo sus vestiduras y ramas de árboles ante Jesús, representan la alegre obediencia y homenaje de todos los pensamientos en nuestra consciencia, cuando vencemos un estado mental de error. “Bendecido es el que viene en nombre del Señor.”
En nombre de Jesucristo afirmo: “El Espíritu del que levantó a Jesús vive en mí y soy hecho perfecto”.
La nueva raza
Día 35, lunes. Leer Apocalipsis 21:1-7; 22:1-7.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 35 LA NUEVA RAZA
¡Estas cosas serán! más elevada raza
que ninguna del mundo conocida
tendrá de libertad llama en el alma
y la luz del saber en la mirada.
ááá
Naciones con naciones en la tierra
sin armas vivirán, libres amigas,
y en mente y corazón palpitará
un solo pulso fraternal.
El tiempo está maduro para el advenimiento de una nueva raza, el advenimiento del hombre espiritualizado. Esto vendrá no por milagro o el fíat de Dios, sino por el refinamiento gradual del hombre de la carne al hombre del Espíritu.
El verdadero vencedor está calificándose para volverse un miembro de esta super-raza. Es bueno para uno así cultivar un espíritu como el del niño y dejar toda tensa lucha, aún por cosas espirituales. En la realización del amor proveedor y protector todo el penoso esfuerzo de la ansiedad y el miedo será removido y la vida abundante encontrará fácil entrada en la consciencia trayendo fortaleza, salud y eterna juventud y vida.
La armonía espiritual en el hombre depende en gran medida de la relación correcta entre el plano interno y externo de su consciencia. La expresión es la ley de la vida. Lo que se expresa se vuelve manifiesto. Comprendo como realidad que, como un superador, estoy trabajando  también para el mundo entero, estableciendo una nueva consciencia en la raza, “nuevos cielos y una nueva tierra”.
Afirmo: “La ley redentora de Dios está despertando en mí y soy un nuevo hombre en Cristo Jesús”.
El fuego de Dios
Día 36, martes. Leer Hechos 2:1-21.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 36 EL FUEGO DE DIOS
El fuego representa el estado mental positivo, afirmativo, opuesto al negativo o estado acuoso.
El fuego de Dios (el Espíritu Santo) es la palabra de Dios en acción. Quema la escoria de la negación en la consciencia y revela a Cristo. Las lenguas de fuego representan la iluminación del pensamiento en demostración de la presencia y poder del Espíritu. La llama de fuego simboliza la luz de la intuición que arde en nuestros corazones.
Mientras la luz de la intuición (llama de fuego) arde en nuestro corazón, no hay pérdida de sustancia. Cuando pensamos hay un proceso vibratorio que usa tejido nervioso, pero en la sabiduría que viene del corazón, este “arbusto” o tejido no se consume. Esta es “tierra santa” o sustancia en la Mente Divina. Cuando el hombre llega a ella debe quitarse de su comprensión todos los pensamientos limitados acerca del Absoluto (“quítate los zapatos”).
El fuego espiritual es el símbolo de la destrucción del mal y del error. El fuego del Espíritu nunca cesa su encendimiento vivificador, purificador. En él se quema todo error en la consciencia y el hombre purificado manifiesta entonces este “fuego” de vida eterna.
Tengo la seguridad de que no seré parcialmente purificado; que la obra purificadora será completa. “Nuestro Dios es un fuego consumidor”; es también vida, amor, sustancia, poder, inteligencia, Verdad.
En nombre de Jesucristo afirmo: “El Espíritu Santo relampaguea Su llama limpiadora y purificadora a través del alma y el cuerpo, y soy sanado y perfeccionado”.
Comunión espiritual
Día 37, miércoles. Leer Lucas 22:1-23.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 37 COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Y mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo y partió; y lo dio a sus discípulos y dijo: ‘Tomad, comed, éste es mi cuerpo.’ Y tomó una copa y dio gracias y se las dio diciendo: ‘Bebedlo todo; porque ésta es mi sangre del nuevo pacto.’”
El primer paso, al beber de la sangre y comer del cuerpo de Jesús, es resolver toda esta Escritura en sus ideas originales. La única manera de apropiar estas ideas es por medio de la actividad suprema de la mente en oración.
El beneficio de tomar la comunión espiritual es el establecimiento de nuestra aceptación de Cristo cuya venida celebramos en nuestra mente y corazón. El pan usado en las iglesias simboliza sustancia que consideramos el cuerpo del Señor, un cuerpo de ideas espirituales; y el vino que se usa simboliza Su sangre, que consideramos vida o circulación de ideas divinas en nuestra consciencia que purificará nuestra mente y corazón, y renovará nuestra fortaleza, librándonos de toda corrupción, pecado y mal, y haciendo surgir en nosotros la abundante, ilimitada vida de Dios. Por la apropiación y asimilación de la sustancia y la vida en nuestra consciencia fundimos nuestra mente con la Mente del Padre y hay una armonización de cada fibra de nuestro cuerpo con el cuerpo de Cristo, que es luz y vida. Del mismo modo que nuestro corazón se limpia de falsos pensamientos y creencias, y nos alimentamos de ideas vivientes, nuestros cuerpos toman la vida y la luz de nuestra divinidad, y finalmente se volverán luz viviente.
Afirmo: “La pura vida y sustancia de Dios están constantemente renovando y reconstruyendo Su santo templo, mi cuerpo”.
Getsemaní
Día 38, jueves. Leer Marcos 14:32-42.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 38 GETSEMANÍ
Getsemaní es simbólico de la lucha que tiene lugar dentro de nuestra consciencia cuando la Verdad se comprende como la única realidad. Es una condición que el hombre experimenta cuando reconoce que dios es todo y tiene que estar dispuesto a sacrificarlo todo por Dios.
Hay siempre errores de pensamiento profundamente arraigados almacenados en la subconciencia y por su propia cuenta se adelantan a crucificar el nuevo poder desconocido, el llamado impostor, el Cristo que vive en nosotros. El Cristo parece ser capturado por estos pensamientos que tratan de llevar a cabo sus fines en la oscuridad de la mente subconsciente. Pero el error sólo puede matar al error. El Cristo mismo puede ser mantenido en la oscuridad por algún tiempo, pero no puede consumirse. Lo que murió en la cruz cuando Jesús fue crucificado fue la personalidad; el Cristo se resucita a sí mismo de las profundidades mismas de la subconciencia y el error es ejecutado en la horca que preparó para destruir el ego espiritual recién nacido.
Este romperse y pasar de viejos y erróneos estados mentales, y la preparación para los nuevos, es un proceso en la evolución de todos los que están siguiendo fielmente a Jesús. En todos los sistemas de concentración del pensamiento y alcance espiritual, la voluntad, la facultad ejecutiva, desempeña la parte principal. Así, preparo mi consciencia para recibir estas nuevas ideas. Digo con Jesús: “No mi voluntad, sino la Tuya”.
Percibo que nueva inspiración está fluyendo invariablemente en mi consciencia mientras afirmo: “Los viejos pensamientos erróneos han pasado. Soy una nueva criatura en Cristo”.
Crucifixión
Día 39, Viernes Santo. Leer Juan 19:1-42.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 39 CRUCIFIXIÓN
La crucifixión de Jesús en el Calvario fue el último paso en una obra que había estado haciéndose en Él durante treinta y tres años y cuando resucitó estaba enteramente libre de la mente carnal con todas sus limitaciones. Había vencido todas las tendencias carnales que había tomado para liberar la raza de su esclavitud.
La palabra crucifixión significa cancelar en nuestra consciencia ciertos errores que se han vuelto estados mentales fijos, es el decreto por un maestro de la final extinción de la mente carnal, la entrega de la personalidad entera para que la Mente de Cristo se exprese en toda su plenitud. Esto está representado en la crucifixión de Jesús.
Calvario significa “el lugar de una calavera”. La mente carnal se ha apropiado el cerebro y su cráneo y es aquí donde se libra la batalla final. Cada vez que nos deshacemos de un error, hay crucifixión.
Los tres días que Jesús estuvo en la tumba representan los tres pasos para vencer un error. Primero, no resistencia; segundo, tomar la actividad divina o recibir la voluntad de Dios; tercero, la asimilación y cumplimiento de la voluntad divina.
Niego el yo personal para poder unirme al impersonal. Renuncio a lo mortal para lograr lo inmortal. Disuelvo el pensamiento del cuerpo físico para poder realizar el cuerpo espiritual. Este es un proceso mental con efecto físico.
Afirmo: “Sí; aunque ande por el valle de sombra de la muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me confortan”.
Descansando en Dios
Día 40, sábado. Leer Isaías 11:1-10; 12,1-6.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 40 DESCANSANDO EN DIOS
Después de la crucifixión de Jesús, fue sepultado en la tumba de José de Arimatea. Jesús representa la expresión de la identidad del YO SOY. Arimatea, un conjunto de pensamientos elevados, un alto estado de consciencia en el hombre. José representa un estado de consciencia en que mejoramos en carácter en todos los aspectos. No sólo se ensancha nuestra comprensión, sino aumentamos en vitalidad y sustancia. Estamos descansando en Dios y al mismo tiempo recogiendo fuerza para el poder de mayores demostraciones que seguirán.
Un grado de purificación, una limpieza de consciencia sensorial se ha llevado a cabo. Repasando mentalmente nuestras experiencias, reconocemos que nada se destruye realmente, sino se transmuta. Por medio de la fe, medimos el progreso que hemos hecho y encontramos que estamos logrando una consciencia de radiante sustancia y vida superior. Nada se pierde. Cuando la consciencia sensorial se eleva a un nivel superior, todo lo que le pertenece se salva con ella.
En realidad, lo invisible no puede verse, tocarse o comprenderse con los sentidos externos, pero en este reino se hace un trabajo grande y poderoso.
Hoy comprendo como realidad que la levadura “que fermenta toda la masa” es la Verdad. La palabra de Verdad en mí no está ociosa, sino extendiéndose silenciosa de un punto a otro. Este proceso continuará hasta que mi consciencia entera sea vitalizada por el Espíritu Santo.
Afirmo: “Descanso en la consciencia de vida y fortaleza eternas, y soy hecho perfecto”.
La Resurrección
Domingo de Pascua. Leer Juan 20:1-18.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Domingo de Pascua LA RESURRECIÓN
La Pascua Florida es la celebración de la resurrección de Jesús. Su sentido interno y significación espiritual es el despertamiento y levantamiento a la consciencia espiritual del YO SOY en el hombre, que ha estado muerta en la transgresión y el pecado, y enterrada en la tumba de la materialidad.
“Yo vine para que ellos tuvieran vida y la tengan abundante.” La resurrección es el levantamiento del hombre entero −espíritu, alma y cuerpo− a la consciencia crística de vida y perfección. Esto lo hizo Jesús. La tumba no pudo retener su redimido, perfeccionado cuerpo-templo. La resurrección es hecha por el poder acelerado del Espíritu Santo.
Cada vez que nos levantamos a la realización de la eterna vida en nosotros, uniéndonos a la Mente del Padre, la resurrección de Jesús tiene lugar en nosotros. Todos los pensamientos de limitación y de creer en la obediencia inevitable a la ley material, se dejan en la tumba de la materialidad. Jesús nació en el pensamiento de la raza para poder reconstruirla en conformidad con la ley divina. Así se volvió nuestro Guía en el camino, nuestro Salvador, nuestro Ayudador.
Hoy la luz de la Verdad está iluminando mi mente y me levanto en la majestad de mi divina filiación, proclamándome hijo del Altísimo, libre de toda creencia en el pecado, la enfermedad y la muerte.
Afirmo: “En unidad con Cristo sé que soy resucitado a la vida, luz y poder de Dios”.
_______



1 comentario:

Unknown dijo...

¡Qué hermoso espacio de Luz; de Belleza y Sabiduría...! Muchas gracias por crear y sostener esta Ventana a la Eterna Verdad :-)