tiempo de Cuaresma
A continuación, el capítulo
Lecciones para la Cuaresma
del libro de Charles Fillmore
"Guarda una Cuaresma Verdadera"
Cuaresma
La palabra del inglés Lent
(cuaresma) viene de la palabra anglosajona primavera que deriva de un verbo que
significa alargar. La cuaresma viene en la primavera cuando los días se alargan
notablemente. Esta temporada anual de ayuno, oración y penitencia ha sido observada
por la Iglesia Occidental desde el primer siglo después de Cristo aunque no han
sido siempre cuarenta días los dedicados a ella. En tiempos más recientes se
han guardado cuarenta días, siguiendo el ejemplo de Moisés y Elías y para
conmemorar los cuarenta días de ayuno y oración que Jesús empleó en el
desierto.
El primer día de cuaresma se llama miércoles de Ceniza por la costumbre
prevaleciente en la iglesia primitiva de polvorear ceniza sobre la cabeza de
los penitentes el primer día de cuaresma, como señal de arrepentimiento de
pecados.
El miércoles de Ceniza viene cuarenta y seis días antes de Pascua
Florida. Hay seis domingos en cuaresma y no se consideran parte de ella, porque
en la Iglesia de Occidente, el domingo es siempre día festivo. Los cuarenta
días que siguen al miércoles de Ceniza constituyen la cuaresma.
El quinto domingo en la cuaresma se conoce como domingo de Pasión porque
señala el principio de la temporada de la Pasión: las dos últimas semanas de
cuaresma. Estas dos semanas conmemoran específicamente la Pasión de Jesús o Sus
experiencias después de la Última Cena.
La última semana de cuaresma se
llama semana santa. Incluye domingo de Ramos, jueves santo y viernes santo.
El domingo de Ramos, el domingo antes de Pascua Florida conmemora la
entrada de Jesús en Jerusalén, cuando la gente extendió palmas en su camino.
Las palabras del inglés Maundy
Thursday, el jueves santo, el jueves antes de Pascua, es una corrupción de
la palabra latina mandati que
significa “el del mandato” en referencia al mandamiento de Jesús: “Haced esto
en recuerdo mío”, en relación con Su acto de partir el pan y beber el vino en
la Última Cena. El jueves santo conmemora el acontecimiento de la Última Cena.
Las palabras del inglés Good Friday, el viernes santo, el
viernes antes de Pascua, probablemente conocido en su origen como viernes de
Dios, conmemora la crucifixión de Jesús.
El Día de Pascua, desde luego, conmemora la Resurrección. La palabra del
inglés Easter viene del anglo-sajón Eastre, nombre de la diosa de la
primavera en cuyo honor se celebraba un festival en abril. El Día de Pascua,
siempre cae el primer domingo después de la luna llena que ocurre en o después
del 21 de marzo. Si la luna llena cae un domingo, la Pascua es el domingo
siguiente. El Día de Pascua no puede ser nunca más temprano que el 22 de marzo,
ni más tarde que el 25 de abril.
La Cuaresma es una temporada de crecimiento espiritual, un tiempo de
desenvolvimiento progresivo. Cuando podemos asociar y sumergir nuestra mente en
la Mente de Dios, el camino está abierto para que el Señor nos glorifique y
levante a un estado más alto, puro y espiritual.
“En donde dos o tres se juntan en oración en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos”, dijo Jesús. Mat. 18:20. Los estudiantes de Unity en todas partes son invitados a
participar anualmente en nuestro programa de cuaresma. Cristo está en medio de
nosotros como el Dios de nuestro planeta, como el único gran Maestro. Deja
todas tus cargas en el Señor y entra en la temporada de cuaresma esperando resultados
definidos.
Ayunar significa abstenerse de algo; es abstinencia. El lugar de vencer
está en la consciencia del hombre. El ayuno de cuarenta días es una completa
negación de las demandas de los sentidos. Al ayunar, nosotros, como
metafísicos, nos abstenemos del pensar erróneo y meditamos en la Verdad
espiritual hasta que la incorporamos en la consciencia de unidad con el Padre.
El deseo de sobresalir está en todos los hombres. Es la inspiración del
Espíritu Santo que nos urge siempre adelante a través de la tierra hacia el
cielo. Debe estimularse y cultivarse en la dirección correcta.
Cuando nos adherimos firmemente día tras día a nuestra firme resolución
de seguir los pasos bosquejados para la temporada de cuaresma, descubrimos que
estamos construyendo sobre un firme fundamento y elevándonos a una consciencia
más alta. Llegamos a saber que Cristo está en verdad con nosotros y está
resucitando en nosotros Sus realizaciones de luz, vida y sustancia.
Negación
Día 1, miércoles de
Ceniza. Leer Mateo, 5:1-16.
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El miércoles de Ceniza, primer día de cuaresma, se llama así por las
cenizas ceremoniales. Las cenizas simbolizan arrepentimiento.
Juan el Bautista vino diciendo: “Arrepentíos; porque el reino de los
cielos está a la mano”. Arrepentimiento significa negación: es una renuncia y debe
hacerse sin demasiada vehemencia. Así niego echando fuera de mi consciencia
viejos pensamientos erróneos, como si estuviera barriendo suavemente telarañas
y afirmo positivamente, sin temor, que soy un hijo de Dios y que mi herencia
viene de Él. Según sigo esta regla, encuentro que estoy dejando ir viejas
creencias materiales y lo Divino dentro de mí está resplandeciendo más y más
alto. Su pura, blanca luz está bañando todos mis alrededores con un deleitable
espíritu de sabiduría, dignidad y paz. Comprendo más y más la ley del recto
pensar que está trayéndome a la consciencia de perfecto dominio.
En Cristo no es difícil eliminar
la creencia en la lucha y contienda. Si pequeñas disensiones, riñas, celos,
pensamientos sin caridad, llegan a mi vida, los venzo con una tranquila,
positiva negación hecha con el convencimiento de que ningún error tiene poder o
realidad en sí mismo. Me alejo de la creencia en la negación y mi pensar
cambia. Libro mi consciencia de pensamientos limitados que han impedido y oscurecido
mi comprensión. Rompo el pensamiento mortal y asciendo a un plano espiritual,
el reino de los cielos.
En el espíritu del amor divino, afirmo: “Olvidando las cosas pasadas, me doy cuenta de que soy fuerte,
positivo, poderoso, sabio, valeroso, libre espíritu. Yo soy el hijo perfecto de
Dios.”
Afirmación
Día 2, jueves. Leer
Lucas 7:1-17.
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La ciencia del Espíritu es el estudio ordenado de verdades formuladas en
la Mente Divina, de acuerdo con la acción de la ley universal. Una afirmación
es una declaración de Verdad positiva y ordenada. Por medio de la afirmación
reclamamos y nos apropiamos aquello que es nuestro.
La Palabra (el Verbo) es el poder activo de la Mente Divina. Uno nunca es
derrotado si en su hora de necesidad afirma positivamente el poder absoluto de
la Mente de Dios, por medio de Cristo, e invoca Su ayuda a su favor.
Declaro que, como hijo de Dios, estoy ahora consciente de la perfección
de Cristo. Esto, en sí mismo, es una afirmación; la afirmación suprema que
puedo hacer. Jesús se ayudó a Sí Mismo para llegar a este alto estado del ser,
usando la palabra hablada. Continuamente hacía las afirmaciones supremas como:
“El Padre y yo somos uno”; “Toda autoridad se me ha dado en el cielo y en la
tierra”. Soy coheredero con Jesucristo del bien infinito del reino y con el
constante uso de mi palabra hablada, reclamo mi bien celestial.
La fe es un resultado de mis afirmaciones. Cada afirmación ayuda a
construir un sustancial, firme, permanente estado de consciencia, porque
establece la Verdad en ella.
Cuando día tras día repito y vivo valerosamente afirmaciones de Verdad,
llego a saber que soy un canal abierto de inteligente comunicación con las
fuerzas silenciosas en lo profundo del ser; pensamientos y palabras fluyen de
ellas y comprendo que una fuente de poder enteramente nueva se está devolviendo
dentro de mí.
Afirmo: “Por medio de Jesucristo
comprendo mi divina filiación y soy transformado en Su imagen y semejanza”.
Dios
Día 3, viernes. Leer Juan
15:1-16.
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“Dios es Espíritu: y aquéllos que le adoran deben adorarle en espíritu y
en verdad.” No vemos a Dios con nuestros ojos físicos, excepto como se
manifiesta en Sus Obras. Sus atributos son por tanto expresados por el hombre
que es Su hijo y es como Él en esencia. Jesús era una verdadera expresión de
Dios porque era como Él. Si queremos manifestar los divinos atributos tenemos
que alcanzar la consciencia y la comprensión que caracterizó a Jesús. Tenemos
que procurar levantar nuestros pensamientos y sentimientos al nivel de Dios, si
queremos ser cauces a través de los cuales Él pueda expresarse y manifestarse.
Dios trascendente sugiere a Dios sobre y más allá de Su creación. La idea
de Dios como remoto de los asuntos prácticos del hombre o de sus experiencias,
es falsa. Dios (la perfección) no está fuera del alcance de Sus hijos ni es
algo más allá y sobre ellos. Tennyson nos dice que “más cerca está Él que la
respiración, más cerca que las manos y los pies”.
Yo estoy centrado en Dios porque enfoco mi atención en Sus ideas e ideales.
El Espíritu Santo, que es la Palabra de Dios en acción, me guía a estar
consciente de mi divina filiación o herencia. Mi herencia de Él es habilidad
ejecutiva, abundante provisión, lealtad, gozo, todo bien. “Yo soy vuestra
porción y vuestra herencia.”
En el nombre de Jesucristo declaro: “El
perfecto plan de perfección corporal de Dios, está dando fruto, y yo soy hecho
sano”.
Yo soy
Día 4, sábado. Leer Juan
10:1-18.
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Yo soy un hijo del Padre, y mi herencia viene de Él. YO SOY es el Cristo
dentro de mí, el verdadero ser espiritual que Dios hizo a Su imagen y
semejanza. Por medio del YO SOY (el Cristo), me uno con el Padre, con el
Espíritu, con la vida, la sabiduría, amor, paz, fortaleza, poder y Verdad.
El YO SOY es la puerta a través de la cual surgen mis pensamientos de lo
invisible, y es a través de esta puerta que voy a la presencia del Espíritu.
El YO SOY tiene su ser en el cielo; su hogar está en el plano de los
ideales de Dios. Sujeto mi YO SOY a la estrella de Dios y gozo infinito es el
resultado, como la noche sigue al día.
El YO SOY siempre me asegura que la preponderancia del poder está en las
cosas espirituales. EL temor hecha polvo en nuestros ojos y esconde las
poderosas fuerzas espirituales que siempre están con nosotros. Niego la
ignorancia y el temor y afirmo la presencia y el poder del YO SOY. “YO SOY el
que SOY… YO SOY me ha enviado a ti.”
Yo percibo como realidad que el carácter espiritual es la roca
fundamental del ser. Cuando construyo mi consciencia en la Mente de Dios,
encuentro que estoy en el cielo aquí mismo en la tierra. Dejo ir el pequeño yo
y me afirmo en el gran Yo. “No mi voluntad, sino la Tuya sea hecha.” Lucas
22:42. El YO SOY es la voluntad en su supremo aspecto. Podemos decir que la
voluntad es el hombre, porque es el poder director que decide la formación del
carácter que determina lo que llamamos individualidad.
Afirmo con resolución: “Yo soy un
hijo de Dios, y soy coheredero con Jesús de permanente vida, sabiduría, amor,
paz, sustancia, fortaleza y poder.
El Altar
Primer domingo. Leer
Mateo 5:21-26.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Primer Domingo EL ALTAR.
El altar representa un centro fijo y definido en consciencia del hombre.
Es un lugar donde encontramos el Señor cara a cara y estamos dispuestos a
renunciar a nuestros pecados, renunciar a lo más bajo por lo más alto, lo
personal por lo impersonal, lo animal por lo divino.
El altar mencionado en el Apocalipsis 11:1, simboliza estar consciente de
la completa consagración que tiene lugar en el templo de adoración, el cuerpo.
“Presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios, que es
vuestro servicio espiritual”. Rom. 12:1.
El altar de Dios desconocido es un anhelo de conocer el Espíritu no
revelado y la búsqueda de la mente de una realización más completa de su
fuente.
La oración no cambia a Dios −nos cambia a nosotros. El deseo sincero es
una forma de oración. El hondo deseo es esencial para el crecimiento
espiritual. Es el deseo fervoroso e intenso lo que atrae todo el ser hacia
arriba fuera de la mortalidad y sus gozos transitorios al poder de apreciar y
recibir verdaderas bendiciones espirituales. Esto es una demostración, la
prueba de un principio de Verdad en nuestro cuerpo y asuntos. Es la
manifestación de un ideal cuando sus hechos han sido el resultado de
nuestra conformidad en pensamiento, palabra, y actos con el principio creativo
de Dios.
Arrodillado ante el altar, tomo mi declaración de Verdad y la sostengo
con firmeza en la mente hasta alcanzar la realización; la lógica de mi mente se
satisface y hay el levantamiento y la expansión consciente del alma.
Con este fin afirmo: “No soy
yo, ‘sino el Padre que permanece en mí hace sus obras’”. Juan 8:28.
El Jardín del Edén
Día 5, lunes. Leer
Juan 14:1-12.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 5 EL JARDÍN DEL EDÉN
El cuerpo que es el templo del hombre es la expresión externa del Jardín
del Edén, que Dios le dio para guardar y adornar. El trabajo primario del
hombre en la consciencia terrenal (el Jardín) es usar su poder creador para
preservar orden y armonía en su mundo y conservar sus poderes para recibir la
dirección divina.
El Jardín del Edén representa una región interna del ser en donde
se proveen todas las ideas primarias para la producción de lo
bello. Representa la vida y la inteligencia elementales puestas a disposición
del hombre a través de los cuales debe evolucionar una mente y un cuerpo
espirituales.
El Jardín es el cuerpo espiritual en que vive el hombre cuando expresa
pensamientos de acuerdo con el diseño de las ideas divinas originales. El
Jardín es la sustancia de Dios.
El don supremo de Dios al hombre es el poder de pensamiento, por medio de
la cual puede incorporar en su consciencia la Mente de Dios.
Hay doce puertas que abren el maravilloso Jardín del Edén. Estas puertas
son las doce facultades de la mente: fe, fortaleza, sabiduría, amor, poder,
imaginación, comprensión, voluntad, ley u orden, celo, renunciación, vida. Cada
facultad por medio de la más acelerada acción mental, como en la oración, ha
sido purificada y por tanto abre al corazón mismo de la Ciudad Sagrada
dentro de nosotros.
Yo afirmo: “Mi cuerpo es el templo
de Dios, limpio, purificado, inmaculado, hecho perfecto. ¡Alabado sea Dios!”
Fe
Día 6, martes. Leer
Hebreos 11:1-12.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 6 FE
La fe es el poder perceptivo de la mente unido al poder de dar forma a la
sustancia. Es seguridad espiritual, el poder de hacer lo que parece imposible.
Es una fuerza que atrae a nosotros el deseo de nuestro corazón de la invisible
sustancia espiritual. Es un hondo saber interno de que aquello que buscamos ya
es nuestro y sólo tenemos que tomarlo; “la seguridad de las cosas esperadas”.
La fe trabajando en la sustancia espiritual realiza todas las cosas. Esta
es la fe que coopera con la ley creativa. Ejercida en la consciencia
espiritual, encuentra allí su asiento estable y sin variación ni frustraciones,
tiene resultados que parecen milagrosos.
La fe en la realidad de las cosas espirituales desarrolla el centro de la
fe en el cerebro del hombre. Cuando el ojo mental se ilumina con la fe, emite
una irradiación que queda en suspenso alrededor de la cabeza y se extiende en
grado menor a través de todo el cuerpo. “Cuando tu ojo es único, todo tu cuerpo
también se llena de luz.” Mat. 6:22.
El halo que los artistas primitivos pintaban alrededor de las cabezas de
los santos no era imaginario, sino real. El poder iluminador de la fe, cubre
toda la constitución del hombre, haciéndole dueño de todas las fuerzas
centrales en la consciencia espiritual.
Comprendo que mi fe en lo invisible está construyendo una sustancia real
permanente en mi mente y en mi cuerpo. Las ideas espirituales crecen rápidas
cuando son sembradas en el rico suelo de mi mente y el templo que es mi cuerpo
cambia de acuerdo con ese crecimiento.
Yo afirmo: “Tengo fe en la
gloriosa infusión de la vida más abundante de Cristo vitalizándome. Yo soy
levantado y sanado”.
Fortaleza
Día 7, miércoles.
Leer Mateo 4:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 7 FORTALEZA
La fortaleza es libertad de la debilidad, estabilidad de carácter, poder
para vencer la tentación. Es la fuerza del poder de hacer, la capacidad de realizar.
“El nombre de Jehová es una fuerte torre; el recto corre y entra en ella y está
a salvo.” Prov. 18:10. La fortaleza se origina en el Espíritu;
el pensamiento y la palabra expresadas espiritualmente traen la
manifestación.
Jesús es el maestro máximo. Es el tipo de maestro que estoy
tratando de seguir, no sólo en cultura espiritual, sino mental y física.
Estudiando y usando fielmente los métodos de Jesús, hago surgir lo mejor
que hay en mí.
Por medio de Cristo, la mente y el cuerpo del hombre tienen el poder de
usar la fortaleza en varios planos de la consciencia. Yo afirmo que soy
consistente y fuerte en pensamiento y acto, y así estoy estableciendo
fortaleza en mi alma y cuerpo. Rehúso dejar al pensamiento de debilidad entrar
en mi consciencia: siempre rechazo la sugestión y afirmo que soy una torre de
fortaleza adentro y afuera.
La suprema fortaleza demostrada por Jesús puede ser alcanzada por uno que
confía en el Espíritu y conserva su sustancia vital. La fortaleza del Espíritu
es necesaria para la perpetuación del alma y el cuerpo, y la victoria sobre la
muerte.
Cuando suelto las tensiones y levanto mi consciencia para que armonice
con la perfecta Mente omnipresente, soy vigorizado y restaurado a un poder
estable. Ningún daño puede sucederme. Soy fortalecido por el Espíritu.
Yo afirmo: “La alegría del
Señor es un manantial en mí y soy establecido en la fortaleza divina”.
Sabiduría
Día 8, jueves. Leer
Mateo 7:1-12.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 8 SABIDURÍA
La sabiduría es del Espíritu. Uno puede tener relámpagos de comprensión
en cualquier momento, pero la clara luz del Supremo brilla firmemente sobre
nosotros cuando nos volvemos obedientes y receptivos a Sus amonestaciones.
Jesús siempre escuchaba la “interna voz” y era obediente a ella en su apacible
y modesto trabajo entre la clase más humilde de hombres.
El discernimiento espiritual siempre pone la sabiduría sobre las otras
facultades de la mente. Es puro saber y viene cuando encendemos la luz interna.
“La sabiduría que viene de lo alto es primero pura; después sosegada.” Santiago
3.17.
Esto significa que acaso encuentre mis normas de rectitud o error pasando
por rápidos cambios, pero si me sostengo firmemente en el Señor como mi guía
supremo, seré guiado a toda rectitud.
Cuando insisto en esta facultad sabedora de todo dentro de mí, me vuelvo
consciente de la irradiación de Cristo encendiendo mi mente y todo mi ser
se ilumina. Mis pensamientos se aceleran por medio de la relación consciente
con el Espíritu. Soy inundado de nueva vida que levanta mi organismo sobre las
corrientes desintegradoras de pensamiento de la tierra y así, no sólo estoy
redimiendo mi mente, sino salvando la carne de la corrupción.
La comprensión espiritual revela que la resurrección del cuerpo de la
muerte no ha de confinarse a Jesús, sino a todos los hombres que comprenden la
Verdad, y la aplican como Jesús la aplicó.
Comprendiendo que estoy despertando a la realidad de mi más alto ser,
afirmo: “Cristo en mí es mi gloria.
El brillo de Su presencia borra toda oscuridad y estoy lleno de vida y luz”.
Amor
Día 9, viernes. Leer
Juan 4:7-21.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 9 AMOR
El amor en la Mente Divina es la idea de unidad universal. En expresión,
es el poder que une y ata juntos el universo y todo lo que contiene. El amor es
un poder armonizador y constructivo. Cuando se activa en la consciencia,
conserva la sustancia y reconstruye, reedifica y restaura al hombre y su mundo.
Cuando hago una perfecta unión entre mi mente y la amorosa mente del
Padre, realizo una bondad perdurable y un gozo más allá de toda expresión.
El punto de contacto es querer y buscar por mi parte. “Busca, y encontrarás;
toca y se te abrirá.”
El amor es aquel poder inmenso, aquella divina cualidad de Dios que se
está expresando a través de toda la humanidad, y no puede ser suprimido por
ninguna fuerza externa. Declaro ahora firmemente que se expresa a través de mí
y que los alrededores ni ninguna condición externa pueden impedirlo. Cualquiera
condición de desamor en el mundo, no es una barrera para ejercer mi amor:
de hecho, es un incentivo.
No temo verter todo mi amor en todos los llamados males del mundo. Niego
la apariencia del mal y afirmo la omnipotencia del amor y la bondad.
La palabra amor vence el odio, la resistencia, la oposición, la obstinación,
la cólera, los celos y todos los otros estados de error donde hay fricción
mental o física. Cuando el amor divino entra en los procesos del pensamiento,
cada célula de mi cuerpo es equilibrada y balanceada en el espacio, en correcto
orden matemático en cuanto a peso y relativa distancia.
En quietud y confianza afirmo: “Dios,
en Su amor, me llena de nueva vida. En Su nombre yo soy purificado, fortalecido
y sanado”.
Poder
Día 10, sábado. Leer Lucas
4:21-44.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 10 PODER
El hombre controla sus pensamientos y sentimientos usando su innato
poder. Un aceleramiento de lo alto debe preceder su realización de dominio.
“Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros.”
El Hombre es el poder de Dios en acción. El poder de dominar su
pensamiento es el don supremo que se ha dado al hombre. Hay una fuerza
universal creativa que urge al hombre hacia adelante al reconocimiento del
poder creador del pensamiento individual.
La palabra de Jehová (Cristo) está cargada de poder espiritual por encima
y más allá de ninguna otra palabra en el lenguaje humano.
El centro del poder en la garganta es la puerta abierta entre los mundos
de vibración informes y formados pertenecientes a la expresión del sonido.
Cuando la voz se ha unido con la vida del alma, toma una dulzura y profundidad
que sentimos y recordamos. Pero más dulce y profunda todavía, es la voz del que
se ha unido al Espíritu y puede decir con Jesús: “El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán”.
Cultivo una actitud mental amable hacia todos y mi voz es rica, cálida,
melodiosa. Cuando oro y realizo dominio espiritual, me siento vital y enérgico,
y mi voz es fuerte, vibrante y brillante. Por medio de estas vibraciones siento
el poder de unidad con mi más alto ser con más rapidez que de ninguna otra
manera. “Todo poder se me ha dado en el cielo (mente) y en la tierra (cuerpo).”
Mateo 28:18.
En Su nombre afirmo: “Todas las
cuestiones de mi vida son avivadas a la acción por el poder acelerador de
Cristo y tengo dominio sobre mis pensamientos y mis sentimientos”.
Imaginación
Segundo domingo. Leer
Hechos 10:9-35.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Segundo Domingo IMAGINACIÓN
La imaginación es la facultad de la mente que imagina y forma. Todo lo
que hay manifestado fue primero una imagen mental y traída a expresión por este
poder formador. El hombre acumula una masa de ideas acerca de la sustancia y de
la vida, y les da forma con su imaginación.
Aquéllos que buscan la orientación del Espíritu Santo encuentran que su
instrucción se da a todos los que creen en Cristo y el mandato es, hacer todas
las coas de acuerdo con el diseño mostrado a Moisés en el Monte como está
descrito en Exod. 25:40.
El Espíritu de verdad proyecta en la cámara de las imágenes cuadros que,
si se comprenden correctamente, serán segura guía para todos los que creen en
la omnipresencia de la mente. La imaginación llevará a efecto cualquier idea o
grupo de ideas que el YO SOY refleje en ella, por tanto, las teorías no son
confiables. Debe haber evidencia en las obras. Esto se logra por el poder en
acción de la palabra.
Con la imaginación me apodero de ideas perfectas y las visto de
sustancia. Mi cuerpo es producto de mi mente. En mi comunicación con Dios, el
poder de imaginar de mi mente está desempeñando parte importante. Recibe ideas
divinas y refleja en sueños y visiones su carácter en la consciencia. De acuerdo
con las Escrituras, ésta es la vislumbre de los cielos y el ver los “ángeles de
Dios ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre”.
Con mi imaginación fija en el Espíritu, afirmo: “En la quietud y confianza del Espíritu, me veo como Dios me ve, Su
perfecta imagen y semejanza”.
Comprensión
Día 11, lunes. Leer
Lucas 2:40-52.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 11 COMPRENSIÓN
La comprensión es la habilidad mental de concebir y realizar las leyes
del pensamiento y la relación de las ideas unas con otras. Es ese algo a través
del cual comprendemos a Dios y a nosotros mismos.
La comprensión revela que el amor y la sabiduría deben trabajar juntos;
que el poder debe expresarse por medio del amor, y el celo debe ser moderado
con la sabiduría.
La comprensión intelectual viene primero en el desenvolvimiento del alma;
después sigue una comprensión más honda del principio, hasta que el hombre
entero madura en sabiduría.
Aquellos que están siendo educados en la Verdad por el poder de la
palabra, llegarán finalmente al punto donde la verdadera luz del Espíritu
amanecerá sobre ellos y verán con comprensión espiritual y tendrán prueba de la
realidad de la Mente de Cristo.
Comprendo que Dios es saber supremo. Aquello que en mí entiende es
comprensión; sabe y compara con sabiduría. Sus comparaciones no se hacen en el
plano de la forma, sino en el de las ideas. La comprensión es aquello en mí que
sabe cómo realizar las cosas. Reclamo mi comprensión crística en todo tiempo.
Si lo voluntarioso de lo mortal trata de dominar, suavemente le niego
poder y afirmo para alcanzar comprensión espiritual. En todo tiempo me sostengo en el Señor para
mi absoluta libertad. Dios es el principio Único; todos somos tan libres de
usar a Dios, como libres para usar el principio de matemáticas o música. El
principio nunca interfiere, pero si ha de aplicarse correctamente, yo debo
desarrollar comprensión.
Afirmo: “La comprensión divina en
mí se une al Espíritu Santo y siempre sé qué hay qué hacer”.
Voluntad
Día 12, martes. Leer
Juan 1:1-18.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 12 VOLUNTAD
La voluntad es el poder ejecutivo de la mente. Los mandamientos de Jesús
enseñan la voluntad del Padre. Los que guardan están por tanto en unión con la
voluntad de Dios.
Es posible llegar muy cerca del reino de los cielos haciendo buenas obras
y entregando al Espíritu las varias facultades mentales, pero nunca podemos
entrar y permanecer en el cielo o la
divina armonía, sin entregar todo lo que constituye la personalidad, de que la
voluntad es centro.
Puede decirse que la voluntad es el hombre porque es el poder directivo
que determina la formación del carácter. Cuando el hombre quiere que se haga la
voluntad de Dios, forma el carácter espiritual. El uso de la voluntad
regenerada es para el solo propósito del desenvolvimiento espiritual.
Cuando la voluntad del hombre se adhiere a la sabiduría fielmente, y
lleva a cabo en su trabajo los planes idealizados con sabiduría, crea en el
hombre una consciencia de armonía y paz. El Espíritu alienta continuamente en
un individuo así la necesaria inspiración y conocimiento para darle comprensión
superior.
Traigo la divina voluntad a activar mi consciencia con la comprensión,
apropiando sabiduría universal, cuando afirmo: “Hágase no mi voluntad sino la
tuya”. Lucas 22:42. Dios es voluntad potencial, informe; el hombre es la
voluntad manifestada de Dios. Ahora uno mi voluntad con el principio de la
fuerza divina para desenvolver la capacidad ejecutiva superior. De esta manera
estoy avivando rápidamente facultades que, bajo la lenta acción de lo mortal,
tomarían siglos en desarrollarse.
Afirmo: “La voluntad de Dios es
suprema en mi consciencia y soy glorificado en mi comprensión”.
Ley
Día 13, miércoles.
Leer Gálatas 6:1-10, 16.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 13 LEY
La ley divina es el proceso lógico por medio del cual el principio divino
o Dios se manifiesta. El interno espíritu de la ley es la manera espiritual de
vida como la enseñó y vivió Jesús.
La ley divina es ese algo universal en nosotros de que todos estamos
conscientes y nos dice cuándo estamos actuando bien y cuándo mal. Puede
definirse como el innato saber de lo que es bueno y lo que no lo es, y este
saber puede acelerarse. El aceleramiento no viene del estudio de cosas materiales,
sino por la concentración de la mente en el Cristo. El hombre no hace la ley;
la ley es, y fue establecida para nuestro beneficio antes de que se formara el
mundo.
Hay una ley de crecimiento espiritual y mental constantemente activa en
la mente, levantando al hombre de la consciencia de los sentidos a la
consciencia espiritual. La naturaleza del universo es pureza y bondad.
Permaneciendo en la consciencia de Cristo, el hombre se alinea con la ley
divina. Se vuelve “la luz del mundo”.
Hoy encuentro que soy uno con la infinita ley de expansión −uno con el
principio de incesante crecimiento y desenvolvimiento de la perfecta idea de
Dios, firmemente fija en lo interno de toda la creación.
La ley divina no puede romperse. Hace al hombre responsable del resultado
de su labor. “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús” es la acción de
ideas verdaderas activas en mi mente y en mi cuerpo.
Afirmo: “Mi casa es puesta en orden
y yo avanzo hacia el objetivo de perfección”.
Celo
Día 14, jueves. Leer
Lucas 10:30-42; 11:1-4.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 14 CELO
El celo es el impulso afirmativo de la existencia; su mandato es “¡Sigue
adelante!”. El celo es la fuerza poderosa que incita todas las cosas a la
acción; la eterna urgencia detrás de todas las cosas. No tener celo es no tener
gusto de vivir. El celo y el entusiasmo excitan a la gloriosa realización en
cada ideal que concibe la mente.
El celo debe ser moderado con la sabiduría. Algunas personas se encienden
de celo en tal manera cuando por primera vez comienzan un trabajo, que se
cansan pronto y no logran completarlo hasta el fin. La necesidad aquí es
dominio, equilibrio.
Observa el arranque de una gigante locomotora; nota como lenta, pero
firmemente se mueve hacia adelante, casi pulgada a pulgada al principio, pero
gradualmente aumentando su marcha hasta que su tren del largo de una milla
desaparece velozmente en la distancia.
“El celo de tu casa me ha consumido”, Salmos 69:9, significa que la
facultad del celo se ha vuelto tan activa intelectualmente, que ha consumido la
vitalidad y no ha dejado nada para crecimiento espiritual. El celo excesivo en
formas religiosas de adoración “se come” lo puramente espiritual. Cuando nos
volvemos muy entusiasmados en la práctica de los ritos de la iglesia, nos
inclinamos a olvidar la iglesia misma, que es Cristo.
El divino mandamiento es: “Toma tiempo para ser santo”. Yo soy pronto a
hacer el mandato del Espíritu y uso una porción de mi celo en el
establecimiento del reino de Dios en mí. No empleo todo mi entusiasmo en ayudar
a otros; mi propio desenvolvimiento es de gran importancia para mí. Me gusta
ayudar a mi hermano, pero no dejo que eso me robe el poder de demostrar la
Verdad para mí.
Afirmo: “Mi celo es moderado con
sabiduría, y mantengo un perfecto equilibrio adentro y afuera”.
Renunciación
Día 15, viernes. Leer
Mateo 18:21-35
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 15 RENUNCIACIÓN
El efecto acumulado de pecados de vidas pasadas es una carga que aquéllos
que la aceptan esperan llevar por siglos o hasta trabajar para salir de ella.
Son fatigados viajeros dando vueltas al molino de rueda, desde el nacimiento
hasta la muerte. No hay tal nota de desesperanza en la doctrina de Jesucristo.
Él vino a hacernos plenamente conscientes de la vida abundante, del completo
perdón, de la redención de todo pecado y de la victoria sobre la muerte y la
tumba.
La ley es la Verdad y la Verdad es que todo es bueno. No hay poder ni
realidad en el pecado. Si el pecado fuera real y duradero como la bondad y la
Verdad, no podría ser perdonado, sino sujetaría a su víctima para siempre.
Cuando entro en la comprensión de lo real y lo irreal, una gran luz amanece sobre
mí y veo lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “El Hijo del hombre tiene
autoridad en la tierra para perdonar los pecados”. Mat. 9:6.
El Hijo del hombre es aquello en mí que discierne la diferencia entre la
Verdad y el error. Cuando alcanzo esta comprensión, estoy en posición de
libertar mi alma del pecado y mi cuerpo de la enfermedad, que es el efecto del
pecado. En la comprensión espiritual el YO SOY del hombre perdona o “dona”
Verdad “por” error; la mente se pone en orden y el cuerpo sana. Tan pronto el
hombre comprende esto, se pone en armonía con la Verdad del Ser y la ley borra
todas sus transgresiones.
En Su nombre afirmo: “La ley del
Espíritu de vida en Cristo Jesús, me libera de la ley del pecado y la muerte”.
Vida
Día 16, sábado. Leer
Juan 4:1-26.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 16 VIDA
La vida es una fase del Ser que se expresa como animación, actividad y
vigor. La consciencia de la vida eterna nos sitúa en la corriente de vida que
nunca falla.
Toda la raza necesita aceleramiento espiritual del principio de vida; su
origen está en la Mente Divina, es el don de Dios. “Aviva el don de Dios que
está en ti.” II Tim. 1:6. Pensar intensamente en la vida es acelerarla a la
acción. Hablar de energía, fuerza, poder, vida, hará que las corrientes de vida
fluyan velozmente a través de todo nuestro ser.
Para Jesús, la presencia de Dios era una llama permanente −una llama de
vida eterna que sentía en cada célula de Su cuerpo, haciéndolo más y más vivo,
limpiándolo y purificándolo hasta que se volvió enteramente perfecto.
Al dominar lo carnal Jesús abrió el camino para que todos los hombres lograran
vida eterna. Durante nuestras realizaciones más elevadas de Verdad, somos con
frecuencia conscientes de esta llama activa permanente en y a través de
nosotros.
Yo avivo ahora todas las células de mi organismo infundiendo mentalmente
en ellas la consciencia de Cristo. Este es el nuevo nacimiento que está
transformando mi cuerpo y levantándolo a la energía eléctrica. Esto lo cumplió
plenamente Jesús en la resurrección de Su cuerpo. El paso siguiente en la
divina evolución es la espiritualización del cuerpo, o la Ascensión.
La vida aceleradora en mí se expresa ahora cuando sostengo y repito esta
declaración de Verdad: “Yo tengo la mente
de Cristo. Mis palabras son aceleradas espiritualmente y vivas para siempre.
Estoy lleno de la vitalidad, vigor y salud de Jesucristo”.
Conservación
Tercer domingo. Leer
Isaías 55:1-13.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Tercer Domingo CONSERVACIÓN
Debemos recordar siempre que nuestra juventud, que amamos tanto, nunca
muere en realidad; meramente se duerme en el plano de lo subconsciente. La
gente envejece porque deja que se duerma la idea de juventud. Usando la
comprensión espiritual puede despertarla.
El despertamiento de las energías juveniles es necesario para la
regeneración. El cuerpo no puede refinarse, ni hacerse, como su Creador,
eterno, antes de que todos los pensamientos necesarios para su perpetuación
sean revividos en él.
Jesús representa al hombre en la regeneración; esto es, el hombre en el
proceso de restaurar su cuerpo a su pureza prístina en que vivirá perpetuamente
sin vejez, enfermedad o muerte. Un paso necesario en este proceso de
restauración del cuerpo es el avivamiento de las energías vitalizadoras en la
subconsciencia que alimentan el cuerpo y la dan la fuerza vital renovadora de
su juventud. La juventud eterna es una de las ideas dadas por Dios que el
hombre ama.
Malgastar la sustancia es un gran pecado que resulta en la desintegración
del cuerpo. La mente sensorial es la causa de todo desgaste en el organismo o
en el plano más externo llamado mundo. Jesús vino a salvar a los hombres del
pecado y a prepararlos para una entrada abundante en el glorioso reino de
Cristo que ha de establecerse en la tierra.
Podemos llegar al asunto de la conservación definitivamente, considerando
la vida “escondida con Cristo en Dios”, porque la vida oculta y protegida es la
vida conservada.
Yo hago ahora consciente unión con la sustancia de todos los atributos
espirituales cuando afirmo: “Por medio de
Cristo la divina economía está activa en mí y conservo las esencias
espirituales en todas las fases de mi vida”.
Jesucristo, nuestro
ayudador.
Día 17, lunes. Leer
Romanos 8:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 17 JESUCRISTO NUESTRO AYUDADOR
Si Dios no hubiera planeado hacer de Jesús un factor continuo y activo en
nuestra civilización, no habría buen propósito en haber sido enviado y en el
gran sacrificio que hizo. Él vino a mostrarnos “el camino, la verdad y la vida”
y prometió: “Ved: yo estoy con vosotros siempre”. Prometió también que estaría
con nosotros como Maestro. “Cuando él, el Espíritu de verdad, haya venido, él
os guiará a toda la verdad”.
A nadie se pasa por alto. La mano de ayuda de Jesús se extiende para
todos. Quienquiera que seas, adondequiera que estés, Jesús, en Su consciencia
espiritual espera tu reconocimiento mental. Cualquiera que se tu objeto, Él te
enseñará cómo alcanzarlo. “Cualquier cosa que pidáis en mi nombre, eso haré.”
Juan 16:23.
Jesús desarrolló los innatos poderes de la mente y el cuerpo y de esa
manera se volvió un ciudadano de los
cielos o plano donde habitan los hijos de Dios. Hizo esto con el poder de Su
palabra −liberando los electrones prisioneros de Su cuerpo y elevándolos a la
consciencia espiritual.
¿Por qué no vemos a Jesús? Los ópticos demuestran que los ojos de los hombres son limitados en
visión. Se dan cuenta sólo de rayos de luz dentro de un espacio muy estrecho.
El microscopio revela un mundo de cosas vivientes para los cuales el ojo
natural es completamente olvidadizo. Tanto debajo como sobre la extensión de la
vista humana, existen entidades vivientes. Nosotros sentimos a veces la
presencia de los que no vemos.
Afirmo: “Me regocijo en el poder
restaurador de Jesucristo, ahora poderosamente activo en una nueva consciencia
de vida en mi alma y en mi cuerpo”.
Evolución
Día 18, martes. Leer
Romanos 8:18-39.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 18 EVOLUCIÓN
En todo hombre está envuelto el Cristo o la Palabra de Dios; ésta es una
idea que contiene ideas.
La evolución es el resultado del desenvolvimiento de las ideas en la
mente. Lo que somos es el resultado de la evolución de nuestra consciencia y
nuestra consciencia es el resultado de las semillas de ideas sembradas en nuestra
mente. Así, la evolución espiritual es el desenvolvimiento del Espíritu de Dios
en expresión. Es el desenvolvimiento alcanzado por el hombre trabajando bajo la
ley espiritual. La humanidad es el jardín de Dios del cual la tierra es la
omnipresente sustancia de pensamiento.
La evolución del hombre hasta la expresión del Cristo o la Palabra (el
Hijo) de Dios, se enseña claramente en el Nuevo Testamento como la suprema
realización de cada hombre. “Porque la ávida expectación de la creación espera
la revelación de los hijos de Dios.”
Rom. 8:19.
Sin alguna evidencia en nosotros del hombre crístico, somos poco más que
animales. Cuando, por fe en la realidad de las cosas espirituales empezamos la
evolución del alma, hay gran regocijo; “nos regocijamos en la esperanza de la
gloria de Dios”.
El cristianismo enseña la ley completa de la evolución. “Dios dijo” y así
creó aquello que iba a aparecer. Dios planeó al hombre y al universo, y por
medio de Su palabra los proyectó en la creación como principios ideales e
inmanentes energías actuando detrás y dentro de toda visibilidad.
Yo afirmo: “Yo soy uno con el
Espíritu de comprensión divina siempre desenvolviéndose, siempre aumentando.
Toda mi consciencia está madurando en perfección”.
La sangre de Jesús
Día, 19, miércoles.
Leer Juan 6:41-65.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 19 LA SANGRE DE JESÚS
Con el poder de Su palabra Jesús purificó y espiritualizó la sangre
natural de su cuerpo hasta que se volvió una corriente espiritual de vida en
donde todos pueden entrar y ser purificados.
Con el poder de Su palabra, Jesús difundió los electrones espirituales de
Su cuerpo en la atmósfera del pensamiento de la raza, para que puedan ser
aprehendidos por todos los que creen en Él.
En esta temporada de cuaresma comprendo como realidad que soy bautizado
en Su corriente espiritual de vida y soy purificado. Los electrones de Su
sangre, que apropio, son centros de energía y vida en mí; me levantan y
fortalecen.
Jesús llamó el pan que había bendecido, Su cuerpo y el vino, Su sangre.
Cuando me apropio palabras de Verdad, “las como”, como diríamos, participo de
la sustancia y vida del Espíritu y formo el cuerpo de Cristo. Así participo del
cuerpo y la sangre de Jesús, el verdadero sacramento que vitaliza el cuerpo
renovando mi mente.
La sangre de Jesús en mí es la vida contenida en Dios. La corona de la
vida se alcanza viviendo eternamente en la presencia de Dios. Lograr esto
depende de la comprensión de la ciencia del recto pensar. Mi camino a la vida
eterna está en mi reconocimiento de mi unidad con el Cristo de Dios.
En su nombre estoy gradualmente transformando y regenerando mi sangre y
mi cuerpo. Así soy salvado por Jesucristo.
Realizando la victoria sobre cada limitada creencia en lo mortal, afirmo:
“Me regocijo en el poder restaurador de
la sangre de Jesús activo poderosamente en mí para renovar, restaurar y sanar
enteramente”.
El templo que es el
cuerpo
Día 20, jueves. Leer
Mateo 6:16-34.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 20 EL TEMPLO QUE ES EL CUERPO
Dios creó la idea del cuerpo como un organismo que se perpetúa y renueva
por sí mismo y el hombre reconstruye en su cuerpo personal. Dios creó la idea
del cuerpo, y el hombre, con su pensar, la manifiesta.
Percibo como realidad que tendré un cuerpo perfecto y un perfecto mundo
cuando comprendo y uso la perfecta palabra, la palabra que contiene todos los
atributos de Dios. Así declaro que mis palabras están siendo penetradas por la
completa comprensión de la Mente Divina y sus inherentes ideas y
conscientemente aplico esta comprensión en todo lo que siento, pienso, hablo y
vivo, y estoy por lo tanto firmemente expresando el Cristo en mente y cuerpo.
Venciendo paso a paso la limitación del pensamiento material, mi cuerpo
se vuelve más refinado y radiante.
La ley es que mi cuerpo se transforma por la renovación de la mente. Con
afirmaciones la mente se apodera de palabras vivientes de Verdad y las asimila
en el cuerpo. Cuando entro y permanezco en la consciencia del Hijo de Dios,
tengo vida eterna y mi cuerpo se transforma en carne pura, manifestando la
perfección del Espíritu.
Bendecir es invocar el bien sobre lo que se bendice. Es conferir el bien
de Dios a algo o alguien. Así, bendigo el templo que es mi cuerpo y declaro su
pureza, fortaleza y belleza. Vierto sobre mi cuerpo templo el aceite del amor y
lo visto con vestidos de alabanza.
Comprendiendo que el cuerpo de Cristo en mí es el resultado de mi
pensamiento espiritual manteniendo su unidad con el Espíritu aun en la
manifestación, afirmo: “La Palabra de
Dios en mí aviva mi mente, y mi cuerpo es transformado en la semejanza de Su
glorioso cuerpo”.
La gracia de Dios
Día 21, viernes. Leer
Mateo 5:17-20; 38-48.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 21 LA GRACIA DE DIOS
“Tan lejos como oriente está
del occidente,
así ha removido nuestras
transgresiones de nosotros.”
La gracia significa buena voluntad, favor, disposición a mostrar
misericordia. Así, no nos sentimos como siervos de la ley, sino como receptores
de la gracia de Dios, hijos del Altísimo.
La gracia de Dios se extiende para todos, no sólo para una secta o credo.
Todos los hombres son iguales en el favor de Dios.
La gracia de Dios es mayor que las leyes de los hombres. Para volvernos
receptores de aquello que el Padre nos quiere dar, debemos tomar en
consideración el elemento de la gracia; saber que, aún más allá de lo que
pedimos, buscamos, ganamos o merecemos bajo la ley, Dios está más que dispuesto
a darnos.
Dios, como el gran principio creador del universo, siempre nos saldrá al
encuentro a más de la mitad del camino. Volviéndonos receptivos a la “gracia de
Dios”, recibimos la medida de la provisión de Dios, que excede todo lo que
podamos imaginar.
Percibo en realidad que “la gracia y la verdad vinieron con Jesucristo”;
es decir, el verdadero poder salvador, redentor y transformador, viene a mí en
el trabajo que hizo Jesús estableciendo para la raza una consciencia nueva y
superior en la tierra. Entro en esa consciencia por fe en Él y por medio del
espíritu de la ley que Él enseñó y practicó.
Yo afirmo: “Por la gracia de Dios
soy perdonado y sanado”.
La cuarta dimensión
Día 22, sábado. Leer
Juan 21:1-17.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 22 LA CUARTA DIMENSIÓN
La cuarta dimensión es la que abarca y rodea las otras tres; es la
realización, la superación del tiempo y el espacio y todas las condiciones. Es
el proceso en que las formas pierden su separación y se vuelven una bajo la
divina ley. La mente humana con sus limitadas facultades razonadoras, está
limitada por el tiempo, el espacio y las condiciones. Por sí misma no puede ir
más allá dentro del plano espiritual, sino hasta donde la razón la lleve; pero
cuando invocamos la ayuda de Cristo en nosotros, vamos más allá de la razón al
plano de pura realización, entonces hemos logrado la consciencia del puro ser,
la cuarta dimensión del ser.
La única manera de entrar en el reino de la cuarta dimensión o
realización es por medio de la oración científica, comúnmente llamada “el
silencio”. Primero tomo la palabra “Jehová” y me vuelvo adentro sosteniéndola
con firmeza en la mente hasta que la palabra ilumina toda la consciencia
interna. Estoy funcionando ahora en la cuarta dimensión y el camino está
abierto para concentrarme en la oración que elijo para la demostración
especial.
Fijo poderosamente mi atención en la consumación de una idea hasta que
ella forma un núcleo de cierta cantidad de sustancia mental y estoy seguro que
será seguida por el silencioso poder del pensamiento que, activo en todo mi
ser, está trayendo a lo visible la cosa deseada.
Cuando mis pensamientos irradian con la velocidad de la luz espiritual,
se funden con la Mente creativa (que Jesús llamó cielo) y aquello que pido es
hecho.
Afirmo: “El poder iluminador de la
Verdad despierta y activa mi consciencia y discierno con claridad”.
El sábado
Cuarto domingo. Leer
Marcos 2:23-28; 3:1-16.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Cuarto Domingo EL SÁBADO
El verdadero sábado es la consciencia de que hemos cumplido la ley divina
en pensamiento y acto.
El sábado es algo muy cierto y definido. Es un estado mental en que el
hombre entra o adquiere, cuando va al silencio, en el reino del Espíritu. Ahí
encuentra verdadero descanso y paz. El séptimo día significa el séptimo o
perfecto grado en el desenvolvimiento espiritual de cada uno. El hombre se
había perdido de tal modo en la oscuridad de la consciencia de los sentidos que
no podía salvarse por sí mismo, por eso vino el Salvador. Cuando el hombre se
afirma en el Cristo que vive en él, el Salvador, es levantado de la consciencia
adánica a la consciencia de Cristo. Entra entonces en la séptima etapa de su
desenvolvimiento, donde encuentra dulce descanso y paz.
El sábado como institución fue establecido por el hombre. Dios no
descansa de Su trabajo cada siete días y no hay evidencia de que haya habido un
momento en que haya cesado la actividad del universo.
No reñimos con nuestro hermano sobre la observancia del sábado. Si dice
que debemos adorar a Dios en el séptimo día o en el primero, en ambos casos
convenimos. No sólo hacemos el servicio de Dios con alabanza, canción y acción
de gracias en el séptimo día y el primer día, sino todos los días. En el
verdadero sábado nuestra mente se vuelve a Dios en todos los momentos y estamos
siempre prontos a reconocer Su santa presencia en nuestro corazón y en nuestra
vida. “El sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.”
Marcos 2:27.
Afirmo: “Descanso en la consciencia
del verdadero sábado, y mi corazón está lleno de gozo y satisfacción”.
La Idea
Día 23, lunes. Leer
Lucas 5:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 23 LA IDEA
En las Escrituras las ideas son simbolizadas por peces. Una idea es el
original, primario o ilimitado pensamiento del Ser: en la Mente de Dios, la
eterna Palabra o Logos. En la idea están envueltas todas las potencialidades de
aquello que ha de desenvolverse a través del hombre. La idea misma se vuelve el
poder evolucionador por medio del cual se manifiesta.
Las ideas son contagiosas. Todos estamos densamente cargados de ideas.
Cuando las ideas son liberadas, surgen y pasan de una mente a otra siendo
“grabadas” mientras vuelan; cuando son expresadas, toda la raza se levanta −porque
las verdaderas ideas están saturadas del Espíritu. Traemos ideas de vida a
manifestación, haciéndonos uno con ellas, volviéndonos conscientes de la Mente
de Cristo que vive en nosotros, y de nuestra unidad con el Padre.
Como el hijo es al padre, así es la idea para la mente. La Mente es una
con sus ideas; así el Padre −la Mente de Dios− es uno con su progenie, la idea
−el Hijo. La Mente es coexistente con sus ideas y hay continua interacción y
comunión. El Padre y el Hijo son uno coexistiendo, interactuando e
intercomunicándose en voluntad y propósito. Fue desde la gran idea de vida
divina que Jesús sanó a los enfermos y resucitó a los muertos.
La inspiración espiritual en mí es un fluir de ideas divinas; actividad
de carácter espiritual; comprensión que viene de Dios. Es el aliento del Espíritu en nosotros. El
aliento de Dios infuso en mí me ha dotado de super-vida. “El sopló sobre ellos
y les dijo: recibid el Espíritu Santo.”
Afirmo: “En la presencia y el poder
de la idea de Cristo en mí, yo proclamo mi perfección”.
Curación
Día 24, martes. Leer
Mateo 9:14-38.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 24 CURACIÓN
La salud, la salud real, viene de adentro y no tiene que fabricarse en lo
externo. Es la condición normal del hombre, una condición que responde a la
realidad de su ser.
El primer paso en toda curación espiritual es el uso de la fe, y el que
sigue es volvernos abiertos y receptivos a la corriente de vida sanadora. La
curación espiritual restaura la perpetua salud, porque borra el pensamiento de
error, y limpia la mente.
Con el ejercicio de la fe y nuestra palabra, nuestra cualidad espiritual
se funde en unidad con el poder de Cristo y la curación se hace
maravillosamente.
Se dice que los primeros cristianos, antes de salir a sus poderosas
obras, mandaban a la nueva vida de Cristo a surgir y saturar su consciencia con
su potencia sanadora a tal extremo, que fluyera a través de ellos y sanara a
todos aquellos a quienes aplicaban su ministerio.
Descubrieron que cuando repetían muchas veces la más poderosa oración de
Jesús, el Padre Nuestro, el Cristo escondido en cada uno de ellos era llamado a
la acción. Descubrieron también que la décimo quinta vez que decían la oración,
las aguas de las tribulaciones y de toda clase de enfermedades empezaban a
bajar, y esa realización levantaba la consciencia de aquellos que estaban
pidiendo ayuda. Toda tribulación y enfermedad desaparecía.
La experiencia prueba el poder de las palabras para traer salud. Al
sanarme yo mismo, hablo a mi cuerpo, repitiendo negaciones y afirmaciones
necesarias. Esto levanta mi consciencia a la realidad espiritual donde se
origina todo el poder sanador.
Afirmo con fe: “Por medio de
Jesucristo, la energía vitalizadora de Dios inunda todo mi ser, y soy sanado”.
Paz
Día 25, miércoles.
Leer Mateo 5:14-40.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 25 PAZ
En tu mano derecha aun lleva
suave paz
para callar las lenguas
envidiosas. Sé justo, nunca temas:
tus objetivos todos los de
tu patria sean, de Dios y la verdad.
−Shakespeare
Las grandes oleadas de pensamiento que mueven al mundo son puestas en
acción por pensadores profundos.
La paz y la comprensión de las realidades espirituales surgen en la mente
cuando ella ha hecho contacto interno. Cuando sabemos del trabajo transformador
del Espíritu en la mente y en el cuerpo, veremos que el aplastamiento de las
ambiciones personales libera ideas espirituales cuya influencia llega lejos.
Jesús fue al origen mismo de la discordia y demostró cómo toda
resistencia y antagonismo debe cesar. No se detuvo a argüir si la causa era
justa o no, pero dijo: “Reconcíliate con tu enemigo pronto”. Mat. 5:25. “Si
algún hombre va ante la ley contigo, y toma tu túnica, déjale la capa también.”
Mat. 5:40. Para la mente mortal esto parece tontería, pero Jesús hablaba desde
la interna sabiduría que sabe que es peligroso dejar ninguna clase de
pensamientos de oposición formarse en la conciencia. Sabía que la ley universal
de justicia ajustaría todas las cuestiones, si el hombre confía en ella y cesa
de pelear mentalmente por sus derechos. Esto se hace, invitando al Cristo, el
Príncipe de la Paz, a hacerse cargo de todos nuestros asuntos. “Mi paz os doy.”
Alabo a Dios por la paz de mi propio, superior ser. Me regocija y
contenta la posesión de la Ciudad Santa en mí. Con mi visión interna veo las
puertas abiertas de par en par, y la santa paz penetra mi consciencia.
Afirmo: “Mi mente permanece en Ti y
descanso en Tu paz y poder”.
Cielo
Día 26, jueves. Leer
Mateo 13:24-53.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 26 CIELO
Dios idealizó dos planos universales de consciencia: el cielo y la
tierra, o más propiamente, “los cielos y la tierra”. Uno es el reino de los
puros ideales; el otro, el de formas de pensamiento. Dios no crea el universo
visible directamente como hace el hombre pavimentos de cemento, sino crea las
ideas que usa Su inteligente “imagen” y “semejanza” para hacer el universo.
Así, las creaciones del hombre son materiales y espirituales de acuerdo con su
comprensión.
Jesús, entre todos los que reclaman íntima relación con las cosas
espirituales, le dio al cielo localización definida. “El Reino de Dios está
dentro de vosotros.” Lucas 17:21. Este reino está ahora preparado. “Los campos…
están blancos ya de cosecha.” Juan 4:35. Las condiciones están maduras. Pero
sólo entran los que estén dispuestos a cambiar por él sus ideas de posesiones
terrenales. Todo eslabón terrenal debe romperse, todo amor mortal,
crucificarse. Esta es la manera como Jesús entró en este reino y Su manera es
la que todos debemos emplear.
El cielo está presente en todas partes. Es el ordenado, legítimo ajuste
del reino de Dios en la mente, el cuerpo y los asuntos del hombre; es la
consciencia de Cristo, el reino de las ideas divinas, un estado de consciencia
en armonía con los pensamientos de Dios. El cielo está en cada uno de nosotros;
un lugar, una esfera consciente de la mente con todas las atracciones descritas
o imaginadas como pertenecientes al cielo.
Percibo como realidad que la fe en el Espíritu y el dominio final del
bien me restaurarán a la consciencia celestial de donde descendí.
Afirmo: “El cielo en mí es perfecta
vida armoniosa, sustancia e inteligencia, y yo me regocijo”.
Principio
Día 27, viernes. Leer
Juan 5:19-47.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 27 PRINCIPIO
Principio y Verdad son uno. El Divino Principio es Verdad en un sentido
universal o referente al Elohim Dios. La satisfacción llega a nosotros cuando
vivimos de acuerdo con el Principio.
El Principio universal, la sobrealma de este planeta, estaba abriendo su
camino de expresión a través de Jesús. La misma obra que Jesús realizó está
siendo realizada por todos los hombres −aunque quizás muy lentamente.
Para demostrar el Principio, continúa estableciéndote en ciertas
declaraciones (afirmaciones) de la ley. Mientras más a menudo presentas a tu
mente una proposición lógica y verdadera, más fuerte se vuelve el interno
sentimiento de realización.
Como el principio de la música se mueve a través de tonos, el principio
mental se mueve a través de ideas. Así, Dios como Principio se mueve a través
del pensamiento expresado por la Mente Divina.
La mente de cada individuo puede unificarse conscientemente con la Mente
Divina por medio del Cristo que vive en nosotros. Afirmando unidad con la mente
de Dios, finalmente realizamos la perfecta mente que estaba en Cristo Jesús.
“Tened esta mente en vosotros que estaba también en Cristo Jesús, quien
existiendo en la forma de Dios, no consideró ser en igualdad con Dios como cosa
para aferrarse sino que se desprendió de ella tomando la forma de un siervo,
hecho a semejanza de los hombres.” Fil. 2:5.
Afirmo: “El Principio es Verdad. Yo
sé la Verdad y la Verdad me hace libre”.
Los milagros
Día 28, sábado. Leer
Mateo 14:15-36.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 28 LOS MILAGROS
El primer milagro en nuestra consciencia es la transformación del agua de
pensamiento en el vino de pensamiento, al introducir en ella algunos de los
“ángeles de Dios” o verdaderas ideas.
En realidad los milagros son sucesos que tienen lugar como resultado de
la aplicación de una ley superior a ciertas condiciones.
Dios nunca hace milagros, si por milagros significamos una desviación de
la ley universal. Lo que hicieron los profetas se hizo por la acción de leyes
inherentes en el Ser y abiertas al descubrimiento de cada hombre.
Con el poder de su pensamiento Elías penetró los átomos y precipitó
abundante lluvia. Jesús usó el mismo dinámico poder del pensamiento para romper
las ataduras de los átomos que componían los pocos panes y peces del almuerzo
de un jovencito −y cinco mil personas fueron alimentadas.
La ciencia está descubriendo la dinámica hacedora de milagros de la
religión, pero la ciencia no ha comprendido aún el poder dinámico y directivo
del pensamiento del hombre. Todos los llamados hacedores de milagros aseguran
que ellos no producen por sí mismos los maravillosos resultados; que ellos son
solamente instrumentos de una entidad superior.
Jesús dijo: “El que cree en mí, las obras que yo hago hará también”.
Cuando continúo ejercitando mis facultades espirituales, las fortaleceré y
comprenderé mejor y dejaré de hablar acerca de ninguna cosa como milagro.
Afirmo: “La clara mente sin nubes
de Jesucristo domina todo mi pensamiento y discierno las omnipresentes leyes
del Espíritu”.
El vencedor
Quinto domingo (de
Pasión). Leer Juan 20:19-31.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Quinto Domingo EL VENCEDOR
Un vencedor es el que reconoce la Verdad de su ser y está renovando su
mente, cuerpo y asuntos, cambiando sus pensamientos de las viejas creencias
mortales a las nuevas como las ve en la Mente Divina. Es el que demuestra la
ley divina no solo en la vida externa sino en lo más hondo de la consciencia.
El poder espiritual, la maestría y el dominio, son logrados por el vencedor.
“Al que venza lo haré que se siente
conmigo en mi trono.”
La manera de vencer es, primero, situarse uno mismo por fe en la
realización de nuestra filiación y, segundo, demostrarla consistentemente en
cada pensamiento y acto. Una de las leyes mentales es que el hombre se vuelve
igual a aquello con lo que se identifica. Cristo es el único modelo perfecto.
Todos desean vencer los errores. Cada uno debe, por eso, ser sabio e
identificarse con el Cristo.
Ninguna condición externa o circunstancia puede mantener al hombre
esclavizado cuando hace contacto mental con Dios.
Fue al vencedor al que habló Jehová cuando, por medio de uno de los
viejos profetas, dijo: “Yo os restauraré los años que la langosta ha comido”.
Joel 2:25.
Tenemos muchas bendiciones. Empieza a alabar a Dios por la abundancia de
todas las cosas; tus palabras henderán el éter omnipresente y el bien fluirá a
ti de todas direcciones.
El trabajo que tengo que hacer para el mundo como vencedor, es ayudar a
establecer una nueva consciencia de la raza, un nuevo cielo y una nueva tierra,
“en donde habite la rectitud”. II Pedro 3:13. Siendo fiel a mi suprema
comprensión de la Verdad, nunca me desvío a la derecha o a la izquierda por
ninguna razón.
Afirmo: “Yo soy un vencedor por
medio de Jesucristo, y descanso en la realización de Su gracia y poder”.
Paciencia
Día 29, lunes.
Hebreos 11:17-40; 12:1-6.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 29 PACIENCIA
La paciencia es un estado mental que contempla el mundo desde la armonía
de la Mente de Cristo, una libertad del pensamiento personal. Es una actitud
mental caracterizada por equilibrio, calma y una quieta, sosegada confianza,
especialmente ante condiciones difíciles. Tiene su fundamento en el amor. “Gran
paz tienen aquéllos que aman la ley; y para ellos no hay ocasión de tropezar.”
Salmos 119:165.
El primer requisito en el desenvolvimiento de la paciencia es comprensión
espiritual. Mientras más amplia es nuestra visión de la vida, más libertad sentimos
y no pasamos por las fricciones y molestias que vienen a los que están
centrados en la personalidad.
Ser pacientes o no, depende de nuestra visión de la vida. Si uno es
egoísta y centrado en sí mismo y vive en un mundo material limitado por sus propios
intereses, carece de las cualidades que producen la paciencia.
Podemos tomar el don de la paciencia y usarlo. Podemos recibirlo por fe y
después aplicarlo a cada departamento de nuestro ser con la práctica diaria de
la Verdad.
La paciencia nos da dominio de nosotros mismos. Desenvolvemos la
capacidad de dirigir nuestra conducta en rectos caminos, que es un resultado de
la espiritualidad.
Comprendo que estoy alimentando mi consciencia con divina paciencia.
Cuando mis pensamientos están en armonía con la ley divina, desarrollan mi
cuerpo en el bello, indestructible templo de Dios. “Corramos con paciencia la
carrera que está ante nosotros, siguiendo a Jesús el autor y perfeccionador de
nuestra fe.” Hebreros 12:1.
Afirmo: “El Espíritu sereno,
tranquilo y confiable ahora cumple todos los deseos de mi corazón. Descanso en
paz”.
Juicio Divino
Día 30, martes. Leer
Lucas 6:37-49.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 30 JUICIO DIVINO
El juicio humano es el acto mental de evaluar por comparación o
contraste. El hombre intelectual siempre juzga a su semejante. El juicio divino
es de la consciencia espiritual. Cuando despertamos a la realidad de nuestra
divinidad, la luz empieza a hacerse en nosotros desde adentro, y sabemos la
Verdad; éste es el avivamiento de nuestra facultad del juicio. Esta facultad se
puede ejercer de dos maneras: desde la percepción de los sentidos, o desde la
comprensión espiritual. Si su acción se basa en los sentidos, sus conclusiones
son falibles y con frecuencia condenatorias; si en comprensión espiritual, son
seguras.
La facultad del juicio discierne la Verdad y equilibra las facultades en
rectitud. En las Escrituras, el juicio se aplica con frecuencia a la acción de
la Mente Divina en su trabajo de juzgar; especialmente a las experiencias que
vienen al hombre a través de la acción de la ley de justicia. El hombre redime
esta facultad, situándola en lo Absoluto, declarando y comprendiendo que su
origen está en Dios y todas sus conclusiones se basan en la Verdad.
Esto da un centro de acción desde donde el YO SOY empieza a poner en orden nuestro mundo de
pensamiento.
No juzgo a otros sobre su culpa o inocencia. Me considero a mí mismo y
cuál es mi posición ante los ojos de mi Padre. Empiezo la reforma conmigo
mismo. El asiento para el juicio de Cristo está en mí, y el juzgar o discernir
entre lo verdadero y lo falso tiene lugar en mí mismo. Diariamente siego los
resultados de mis pensamientos y mis actos.
Afirmo: “Mi juicio es justo porque
no ejerzo mi propia voluntad sino la de mi Padre”.
Sustancia espiritual
Día 31, miércoles.
Leer Mateo 13:3-9, 18-23.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 31 SUSTANCIA ESPIRITUAL
Hay un reino de abundancia de todas las cosas y puede encontrarse por
aquellos que lo buscan y están dispuestos a cumplir sus leyes. La sustancia
existe en un plano de ideas y es poderosa cuando es manejada por uno que está
familiarizado con sus características.
La sustancia espiritual es la fuente de toda riqueza material y no puede
sufrir pérdida o destrucción por el pensamiento humano. Está siempre con
nosotros, pronta a ser usada y hacer la consciencia potente y fértil. Acerca de
esto, Jesús dijo: “Tengo carne para comer que vosotros no conocéis”.
Del mismo modo que la tierra es la matriz universal en que toda la
vegetación se desarrolla, así esta invisible sustancia del Espíritu germinará y
crecerá y dará fruto “según su clase”.
Yo sé que cualquier semilla de palabras que se siembran en la
omnipresente sustancia del Espíritu germinará, crecerá y dará fruto “según su
clase”. Del mismo modo que el agricultor selecciona la mejor semilla para
sembrar, así yo debo elegir las palabras que rendirán la rica cosecha de la
abundancia.
Para alcanzar dominio de la sustancia del Espíritu la apropio con mi
mente; es decir, me apodero de la idea que hay detrás de ella. El recto pensar
es necesario para usar mi mente de modo constructivo y tener los resultados
correctos.
Afirmo: “La sustancia divina fluye
en toda su plenitud en mi consciencia y a través de mí, como prosperidad en
todos mis asuntos”.
La unificación
Día 32, jueves. Leer
Juan 17:1-26.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 32 LA UNIFICACIÓN
Jesús realizó parte importantísima al abrir para la humanidad el camino
al reino del Padre. Esto se hizo por su vencimiento de la creencia en la
muerte.
La unificación significa reconciliación entre Dios y el hombre por medio de
Cristo. Jesús se volvió el camino por el cual todos los que lo aceptan pueden
“pasar” a una consciencia superior. Tenemos unificación a través de Él.
“Cristo… quien llevó él
mismo nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros
habiendo muerto para los pecados viviésemos para la rectitud; por cuyas heridas
vosotros fuisteis sanados.” I Pedro
2:24.
Toda la raza estaba cautiva en la red de su propio pensamiento y a causa
de soñolienta ignorancia, se hubiera quedado allí, si no se hubiera abierto una
brecha en la estructura que dejó pasar la luz de un camino superior.
Si estuvieras preso en el tejido de una gran telaraña y alguien hiciera
un agujero a través del cual pudieras pasar,
irías adonde estuviera el agujero y escaparías de ese modo. Jesús hizo
esta abertura en el pensamiento de la raza y así abrió de par en par la puerta
al reino espiritual.
Su cristianismo tenía un Dios viviente, un Dios que vivía en Él y hablaba
a través de Él. Es una religión de vida, tanto como de pureza. Los hombres han
de estar vivos; no existir medio muertos por unos pocos años y después
extinguirse con un chisporroteo como una vela de sebo. Los hombres de Cristo
han de ser las luces que resplandezcan con una corriente perpetua de la energía
única, omnipresente.
Declarando mi unidad con este poder, afirmo la palabra redentora de
Jesucristo: “Yo soy la resurrección y la
vida”. El me sana y perfecciona.
Monte de
Transfiguración
Día 33, viernes. Leer
Mateo 17:1-13.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 33 MONTE DE TRANSFIGURACIÓN
La transfiguración es siempre precedida por un cambio de mente. En la
transfiguración los ideales son elevados de lo material a lo espiritual.
Subir a la montaña a orar significa una elevación del pensamiento y la
aspiración del punto de vista mortal al espiritual. Cuando la mente se exalta
en oración, la rápida irradiación de energía mental causa una deslumbrante
irradiación de luz de todas partes del cuerpo, especialmente la cabeza.
Aún nuestros llamados cuerpos físicos revelan un cuerpo radiante (al que
Jesús se refirió como sentarse en el trono de Su gloria), que entrelaza los
trillones de células del organismo y arde brillantemente. Jesús dio a sus
discípulos una vislumbre de Su radiante cuerpo cuando se transfiguró ante ellos.
“Su rostro brilló como el sol y su vestidura se volvió blanca como la luz.”
Estaba muy avanzado en consciencia espiritual y desarrollado en grado
mayor que nadie en nuestra raza. Pero todos tenemos ese cuerpo de luz y su
desarrollo está en proporción a nuestra cultura espiritual. Jesús no descendió
a la corrupción, sino que, por la intensidad de Sus devociones espirituales,
transformó cada una de sus células en su innata, divina luz y poder. Cuando
Juan estaba en el espíritu de devoción, Jesús apareció ante él y “Sus ojos eran
como llama de fuego y Sus pies como pulido bronce”. Jesús vive hoy en ese
cuerpo de glorificada luz en un reino que interpenetra la tierra y lo que la
rodea.
Jesús es mi Guía en el camino. En Su nombre afirmo: “Mi mente y mi cuerpo son radiantes con la luz del Espíritu y soy
triunfante, glorioso, espléndido”.
Transmutación
Día 34, sábado. Leer
Juan 2:1-11.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 34 TRANSMUTACIÓN
La transmutación, según el Diccionario de Webster, es “la conversión de
un elemento en otro”.
En la consciencia, la transmutación es un cambio en acción y carácter
para ajustarse a las normas espirituales. Se ha dicho bien que la mente es el
crisol en que el ideal se transmuta en lo real.
Jesús dijo que todo poder se le había dado en el cielo y en la tierra.
Manifestó Su poder en pequeña escala multiplicando unos pocos panes y peces
para alimentar a cinco mil personas. En varias otras ocasiones demostró que
tenía comprensión de la transmutación de la sustancia. Levantó su cuerpo carnal
a un nivel de energía superior en vida potencial y sustancia, que ninguno había
alcanzado antes. Vemos que no sólo la mente sino también el cuerpo es afectado
en el proceso de desarrollo de lo natural a lo espiritual.
La levadura de los fariseos y de Herodes (Marcos 8:15) representa los
pensamientos limitados. Cuando intentamos confinar la ley divina a los caminos
acostumbrados de expresión y nos burlamos de todo lo que va más allá, estamos
dejando la levadura de los fariseos trabajar en nosotros. Cuando la mente se
eleva por medio de la afirmación a la sustancia omnipresente y vida de Dios, no
sólo somos alimentados, sino hay un sobrante. Ésta es la enseñanza de Jesús y
siempre ha tenido ejemplo en Sus fieles seguidores.
Comprendo que por la ley de transmutación, cada pensamiento de error en
mi consciencia es transmutado en su correspondencia espiritual.
Yo afirmo: “El Espíritu en mí está
transmutando mi cuerpo en pura sustancia espiritual y mi alma se regocija”.
Domingo de Ramos
Domingo de Ramos.
Leer Juan 12:12-50.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma DOMINGO DE RAMOS
El domingo de Ramos es el domingo que precede a Pascua Florida.
Jerusalén, la Ciudad Santa, simboliza en nosotros la morada de paz,
visión de paz, asiento de la prosperidad en nosotros.
En el hombre, Jerusalén es la consciencia permanente de paz espiritual,
resultado de continuas realizaciones de poder espiritual temperado con
equilibrio espiritual y confianza. Jerusalén simboliza el gran centro nervioso
detrás del corazón. Desde este punto el Espíritu envía su radiación a todas
partes del cuerpo.
Jesús simboliza nuestra identidad con el YO SOY. Su ida a Jerusalén significa
el último paso que damos en el desenvolvimiento preparatorio para el final,
cuando la personalidad es enteramente crucificada y el Cristo triunfa.
Jesús montando un asno hacia Jerusalén significa el cumplimiento del
tiempo cuando el YO SOY espiritual en nosotros se hace cargo y levanta todas
las fuerzas animales al plano espiritual de dominio, pureza y paz.
Cuando el YO SOY se hace cargo del cuerpo, se inaugura un nuevo orden de
cosas. La vitalidad no se malgasta. Por medio de altos y puros ideales toda la
consciencia se levanta a una norma superior.
Las hosannas de la multitud gozosa extendiendo sus vestiduras y ramas de
árboles ante Jesús, representan la alegre obediencia y homenaje de todos los
pensamientos en nuestra consciencia, cuando vencemos un estado mental de error.
“Bendecido es el que viene en nombre del Señor.”
En nombre de Jesucristo afirmo: “El
Espíritu del que levantó a Jesús vive en mí y soy hecho perfecto”.
La nueva raza
Día 35, lunes. Leer
Apocalipsis 21:1-7; 22:1-7.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 35 LA NUEVA RAZA
¡Estas cosas serán! más elevada
raza
que ninguna del mundo
conocida
tendrá de libertad llama en
el alma
y la luz del saber en la
mirada.
ááá
Naciones con naciones en la
tierra
sin armas vivirán, libres
amigas,
y en mente y corazón palpitará
un solo pulso fraternal.
El tiempo está maduro para el advenimiento de una nueva raza, el
advenimiento del hombre espiritualizado. Esto vendrá no por milagro o el fíat de Dios, sino por el refinamiento
gradual del hombre de la carne al hombre del Espíritu.
El verdadero vencedor está calificándose para volverse un miembro de esta
super-raza. Es bueno para uno así cultivar un espíritu como el del niño y dejar
toda tensa lucha, aún por cosas espirituales. En la realización del amor
proveedor y protector todo el penoso esfuerzo de la ansiedad y el miedo será
removido y la vida abundante encontrará fácil entrada en la consciencia
trayendo fortaleza, salud y eterna juventud y vida.
La armonía espiritual en el hombre depende en gran medida de la relación
correcta entre el plano interno y externo de su consciencia. La expresión es la
ley de la vida. Lo que se expresa se vuelve manifiesto. Comprendo como realidad
que, como un superador, estoy trabajando
también para el mundo entero, estableciendo una nueva consciencia en la
raza, “nuevos cielos y una nueva tierra”.
Afirmo: “La ley redentora de Dios
está despertando en mí y soy un nuevo hombre en Cristo Jesús”.
El fuego de Dios
Día 36, martes. Leer
Hechos 2:1-21.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 36 EL FUEGO DE DIOS
El fuego representa el estado mental positivo, afirmativo, opuesto al
negativo o estado acuoso.
El fuego de Dios (el Espíritu Santo) es la palabra de Dios en acción.
Quema la escoria de la negación en la consciencia y revela a Cristo. Las
lenguas de fuego representan la iluminación del pensamiento en demostración de
la presencia y poder del Espíritu. La llama de fuego simboliza la luz de la
intuición que arde en nuestros corazones.
Mientras la luz de la intuición (llama de fuego) arde en nuestro corazón,
no hay pérdida de sustancia. Cuando pensamos hay un proceso vibratorio que usa
tejido nervioso, pero en la sabiduría que viene del corazón, este “arbusto” o
tejido no se consume. Esta es “tierra santa” o sustancia en la Mente Divina.
Cuando el hombre llega a ella debe quitarse de su comprensión todos los
pensamientos limitados acerca del Absoluto (“quítate los zapatos”).
El fuego espiritual es el símbolo de la destrucción del mal y del error.
El fuego del Espíritu nunca cesa su encendimiento vivificador, purificador. En
él se quema todo error en la consciencia y el hombre purificado manifiesta
entonces este “fuego” de vida eterna.
Tengo la seguridad de que no seré parcialmente purificado; que la obra
purificadora será completa. “Nuestro Dios es un fuego consumidor”; es también
vida, amor, sustancia, poder, inteligencia, Verdad.
En nombre de Jesucristo afirmo: “El
Espíritu Santo relampaguea Su llama limpiadora y purificadora a través del alma
y el cuerpo, y soy sanado y perfeccionado”.
Comunión espiritual
Día 37, miércoles.
Leer Lucas 22:1-23.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 37 COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Y mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo y partió; y lo dio a
sus discípulos y dijo: ‘Tomad, comed, éste es mi cuerpo.’ Y tomó una copa y dio
gracias y se las dio diciendo: ‘Bebedlo todo; porque ésta es mi sangre del
nuevo pacto.’”
El primer paso, al beber de la sangre y comer del cuerpo de Jesús, es resolver
toda esta Escritura en sus ideas originales. La única manera de apropiar estas
ideas es por medio de la actividad suprema de la mente en oración.
El beneficio de tomar la comunión espiritual es el establecimiento de
nuestra aceptación de Cristo cuya venida celebramos en nuestra mente y corazón.
El pan usado en las iglesias simboliza sustancia que consideramos el cuerpo del
Señor, un cuerpo de ideas espirituales; y el vino que se usa simboliza Su
sangre, que consideramos vida o circulación de ideas divinas en nuestra
consciencia que purificará nuestra mente y corazón, y renovará nuestra
fortaleza, librándonos de toda corrupción, pecado y mal, y haciendo surgir en
nosotros la abundante, ilimitada vida de Dios. Por la apropiación y asimilación
de la sustancia y la vida en nuestra consciencia fundimos nuestra mente con la
Mente del Padre y hay una armonización de cada fibra de nuestro cuerpo con el
cuerpo de Cristo, que es luz y vida. Del mismo modo que nuestro corazón se
limpia de falsos pensamientos y creencias, y nos alimentamos de ideas
vivientes, nuestros cuerpos toman la vida y la luz de nuestra divinidad, y
finalmente se volverán luz viviente.
Afirmo: “La pura vida y sustancia
de Dios están constantemente renovando y reconstruyendo Su santo templo, mi
cuerpo”.
Getsemaní
Día 38, jueves. Leer
Marcos 14:32-42.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 38 GETSEMANÍ
Getsemaní es simbólico de la lucha que tiene lugar dentro de nuestra
consciencia cuando la Verdad se comprende como la única realidad. Es una
condición que el hombre experimenta cuando reconoce que dios es todo y tiene
que estar dispuesto a sacrificarlo todo por Dios.
Hay siempre errores de pensamiento profundamente arraigados almacenados
en la subconciencia y por su propia cuenta se adelantan a crucificar el nuevo
poder desconocido, el llamado impostor, el Cristo que vive en nosotros. El
Cristo parece ser capturado por estos pensamientos que tratan de llevar a cabo
sus fines en la oscuridad de la mente subconsciente. Pero el error sólo puede
matar al error. El Cristo mismo puede ser mantenido en la oscuridad por algún
tiempo, pero no puede consumirse. Lo que murió en la cruz cuando Jesús fue
crucificado fue la personalidad; el Cristo se resucita a sí mismo de las
profundidades mismas de la subconciencia y el error es ejecutado en la horca
que preparó para destruir el ego espiritual recién nacido.
Este romperse y pasar de viejos y erróneos estados mentales, y la
preparación para los nuevos, es un proceso en la evolución de todos los que
están siguiendo fielmente a Jesús. En todos los sistemas de concentración del
pensamiento y alcance espiritual, la voluntad, la facultad ejecutiva, desempeña
la parte principal. Así, preparo mi consciencia para recibir estas nuevas
ideas. Digo con Jesús: “No mi voluntad, sino la Tuya”.
Percibo que nueva inspiración está fluyendo invariablemente en mi consciencia
mientras afirmo: “Los viejos pensamientos
erróneos han pasado. Soy una nueva criatura en Cristo”.
Crucifixión
Día 39, Viernes Santo.
Leer Juan 19:1-42.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 39 CRUCIFIXIÓN
La crucifixión de Jesús en el Calvario fue el último paso en una obra que
había estado haciéndose en Él durante treinta y tres años y cuando resucitó
estaba enteramente libre de la mente carnal con todas sus limitaciones. Había
vencido todas las tendencias carnales que había tomado para liberar la raza de
su esclavitud.
La palabra crucifixión significa cancelar en nuestra consciencia ciertos
errores que se han vuelto estados mentales fijos, es el decreto por un maestro
de la final extinción de la mente carnal, la entrega de la personalidad entera
para que la Mente de Cristo se exprese en toda su plenitud. Esto está
representado en la crucifixión de Jesús.
Calvario significa “el lugar de una calavera”. La mente carnal se ha
apropiado el cerebro y su cráneo y es aquí donde se libra la batalla final.
Cada vez que nos deshacemos de un error, hay crucifixión.
Los tres días que Jesús estuvo en la tumba representan los tres pasos
para vencer un error. Primero, no resistencia; segundo, tomar la actividad
divina o recibir la voluntad de Dios; tercero, la asimilación y cumplimiento de
la voluntad divina.
Niego el yo personal para poder unirme al impersonal. Renuncio a lo
mortal para lograr lo inmortal. Disuelvo el pensamiento del cuerpo físico para
poder realizar el cuerpo espiritual. Este es un proceso mental con efecto
físico.
Afirmo: “Sí; aunque ande por el
valle de sombra de la muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu
vara y tu cayado me confortan”.
Descansando en Dios
Día 40, sábado. Leer Isaías
11:1-10; 12,1-6.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Día 40 DESCANSANDO EN DIOS
Después de la crucifixión de Jesús, fue sepultado en la tumba de José de
Arimatea. Jesús representa la expresión de la identidad del YO SOY. Arimatea,
un conjunto de pensamientos elevados, un alto estado de consciencia en el
hombre. José representa un estado de consciencia en que mejoramos en carácter
en todos los aspectos. No sólo se ensancha nuestra comprensión, sino aumentamos
en vitalidad y sustancia. Estamos descansando en Dios y al mismo tiempo
recogiendo fuerza para el poder de mayores demostraciones que seguirán.
Un grado de purificación, una limpieza de consciencia sensorial se ha
llevado a cabo. Repasando mentalmente nuestras experiencias, reconocemos que
nada se destruye realmente, sino se transmuta. Por medio de la fe, medimos el
progreso que hemos hecho y encontramos que estamos logrando una consciencia de
radiante sustancia y vida superior. Nada se pierde. Cuando la consciencia
sensorial se eleva a un nivel superior, todo lo que le pertenece se salva con
ella.
En realidad, lo invisible no puede verse, tocarse o comprenderse con los
sentidos externos, pero en este reino se hace un trabajo grande y poderoso.
Hoy comprendo como realidad que la levadura “que fermenta toda la masa”
es la Verdad. La palabra de Verdad en mí no está ociosa, sino extendiéndose
silenciosa de un punto a otro. Este proceso continuará hasta que mi consciencia
entera sea vitalizada por el Espíritu Santo.
Afirmo: “Descanso en la consciencia
de vida y fortaleza eternas, y soy hecho perfecto”.
La Resurrección
Domingo de Pascua.
Leer Juan 20:1-18.
Puedes seguir esta reflexión en audio y vídeo pinchando aquí: Cuaresma Domingo de Pascua LA RESURRECIÓN
La Pascua Florida es la celebración de la resurrección de Jesús. Su
sentido interno y significación espiritual es el despertamiento y levantamiento
a la consciencia espiritual del YO SOY en el hombre, que ha estado muerta en la
transgresión y el pecado, y enterrada en la tumba de la materialidad.
“Yo vine para que ellos tuvieran vida y la tengan abundante.” La resurrección
es el levantamiento del hombre entero −espíritu, alma y cuerpo− a la
consciencia crística de vida y perfección. Esto lo hizo Jesús. La tumba no pudo
retener su redimido, perfeccionado cuerpo-templo. La resurrección es hecha por
el poder acelerado del Espíritu Santo.
Cada vez que nos levantamos a la realización de la eterna vida en
nosotros, uniéndonos a la Mente del Padre, la resurrección de Jesús tiene lugar
en nosotros. Todos los pensamientos de limitación y de creer en la obediencia
inevitable a la ley material, se dejan en la tumba de la materialidad. Jesús
nació en el pensamiento de la raza para poder reconstruirla en conformidad con
la ley divina. Así se volvió nuestro Guía en el camino, nuestro Salvador,
nuestro Ayudador.
Hoy la luz de la Verdad está iluminando mi mente y me levanto en la
majestad de mi divina filiación, proclamándome hijo del Altísimo, libre de toda
creencia en el pecado, la enfermedad y la muerte.
Afirmo: “En unidad con Cristo sé
que soy resucitado a la vida, luz y poder de Dios”.
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1 comentario:
¡Qué hermoso espacio de Luz; de Belleza y Sabiduría...! Muchas gracias por crear y sostener esta Ventana a la Eterna Verdad :-)
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